jueves, 31 de diciembre de 2015

La natación canaria cumplió 80 años en 2015

La natación fue el primer deporte que, como selección canaria, compitió en la Península, en el campeonato de España de 1935

Corría el mes de Septiembre del año 1935 del siglo pasado, es decir hace ahora mismo 80 años, cuando el nombre de Canarias se asomaba al resto de España de la mano de un grupo de entusiastas deportistas: los que formaban parte del equipo de natación de Canarias, que acudía a disputar su primer campeonato de España de aquel año en la histórica piscina “Las Arenas” de Valencia.
Era la primera vez que Canarias aparecía con nombre propio en el mundillo deportivo nacional, con las dificultades de la distancia, algo que sigue en vigor hoy en día pero que ya las  crónicas de la época, como el periódico “AHORA” de Madrid, decían cosas como: Los canarios, que tienen tantos motivos para brillar en el deporte, luchan con el inconveniente enorme de la distancia en  su notabilísima aspiración de incorporarse al movimiento deportivo nacional.(1935). Unos deportistas canarios que hasta ese año sólo eran conocidos por las “razzias” que hacia los equipos de futbol nacionales con los valores en ciernes de Canarias.
En realidad la natación canaria ya llevaba tiempo funcionando, tan grande era la afición deportiva a los deportes del mar en las islas, representado en aquellos años por la natación y las travesías a nado, algo muy habitual en los primeros años del siglo XX, en casi todas las fiestas y pueblos costeros de la geografía insular, como las “regatas de natación” que se organizaban en Santa Cruz de Tenerife  organizado por la denominada Asociación de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante y por el denominado Club Tinerfeño, antecedente del Club Náutico que con su homónimo de las Palmas de Gran Canaria mantenían vivos los deportes de agua, en aquellas primeras décadas del siglo.
El primer club organizado y específico de natación que ve la luz en las islas, fue el denominado Club  Natación Las Canteras, todo un referente social y deportivo de la época en Las Palmas de Gran Canaria y que utilizaba el histórico barco “Sensat”, fondeado en plena playa capitalina y  cuya actividad se complementaba con el otro lugar emblemático de la playa de aquella época, el Balneario denominado la Caseta de Galán, que estaba en tierra, y era el punto de partida para llegar al barco, con transporte o nadando.





El "Sensat" y el Balneario- caseta de Galan, dos referentes playeros en la historia de Las Canteras, (miplayadelascanteras,com)

El Club Natación Las Canteras, comienza su andadura en el verano del año 1928, y tal y como indicaba la prensa del momento (Diario de Las Palmas), se debía al impulso de un grupo de personas, cuyo primera acción para configurar el club fue la de gestionar el traslado desde el Puerto de La Luz y colocación en Las Canteras, de un pontón  y para el que contaron con las casas consignatarias. “que ofrecieron los servicios necesarios para el traslado desde la bahía del Puerto de La Luz a Las Canteras del pontón que servirá de base al mencionado club”.
Al frente de la comisión organizadora, que a la postre sería el equipo directivo del club, estaba la señorita Josefina de la Torre, que conto con colaboradores de gran prestigio social en aquella época, como es el caso de Silvio Montero, cónsul de la República de Uruguay en la isla y que luego lo veríamos también implicado en la fundación de la Federación Canaria de Natación en los años treinta,  siendo su primer presidente, como también lo fuera del Metropole.
Además se contaba con un nutrido grupo de entusiastas colaboradores, como los hermanos Néstor y Miguel Martin-Fernández de la Torre, don Bernardino Valle y Gracia, don Antonio Roca Bosch, don Claudio de la Torre y don Segundo Manchado, cuyo entusiasmo prendió rápidamente en la sociedad isleña que realizó numerosas aportaciones al nuevo club, que en palabras de aquella época: “hará de nuestra hermosa Playa de Las Canteras un lugar más atrayente de lo que lo es actualmente”.
Desde 1928, hay constancia de actividades en el “Sensat” organizadas por el Club Natación,  como se le denominaba y así en  julio de 1928, se disputa un partido de waterpolo entre socios del club, encabezados por Silvio Montero, los hermanos Russo, Armando Torrent, Antonio Roca, Luis Valle y Agustín Martinon, frente a los miembros de la colonia inglesa, reforzados por una tal S.H,. Cross al parecer internacional británico, Hammond y Davies. Victoria de loa canarios por 6-0 y de nuevo en la revancha por 8-1.
Y en el mes de septiembre de 1929, gran festival náutico en la Playa de Las Canteras con la natación, waterpolo y saltos en primera línea, junto con la vela y el remo, en el que tomaron parte nadadores como Armando Torrent, Manuel Romero, Manuel Betancor, Antonio Roca, Ricardo Valle, Pedro Betancor, Gerhard Ascher, Luis Valle,  Agustín Martinon, Julio Russo, Agustín Ramos, Joaquín Valle, Silvio Montero, Jaime Russo, Armando Russo; Bernardino Valle, Nicolás Martinon, Paco del Rio, Agustín Viera, Federico Ramos, Sebastián Socorro, Manolo Navarro y José Prada.
Todo dura hasta 1931 en el que un temporal de eso que ahora llamaría de alerta naranja se llevó el barco hasta la orilla y allí embarrancó y aunque se pudo reflotar, parece ser y según cuenta José Barrera en su libro (Las Canteras 1900-2000), “ante la imposibilidad de sacarlo de donde estaba del Ayuntamiento decidió desguazarlo donde mismo había quedado semienterrado”, evidentemente hubo partes del barco y restos que no se pudieron salvar y el propio Ayuntamiento: “ordenó que fueran tapados dejando el barco enterrado debajo de la playa, frente a lo que hoy es el Hotel Meliá Las Palmas”*.
Pero no quedo en saco roto toda esta actividad, ya que en 1932 y patrocinado por “La Provincia” se organiza un Magno festival de natación en Las Canteras con el objetivo de: “levantar a su conjuro, la inmensa de afición latente que existe en nuestra ciudad por el más perfecto y saludable de los deportes, que ya hemos dicha que es la natación “(La Provincia, 1932).
Una competición que tuvo todo tipo de pruebas y distancias desde 100, 400 y 1500 metros, pasando por 50 metros para señoritas y 25 para infantiles con una gran a participación en la que ya se contaba con clubes como el Club Natación Las Delicias, (el nombre del balneario de la playa), el Liceo Cultural Acacia (fundado por las hermanas Acacia y Hortensia Ladeveze), a los que se une también el incipiente Club Natación Peña La Vieja.
 Eso de la salud parece que fue la razón que llevo a la playa al considerado artífice del resurgir de la natación canaria, Julio Navarro Jaimez, hijo del fundador del prestigioso periódico de la época y también en la actualidad: La Provincia, don Gustavo J. Navarro Nieto, y que después de sus comienzos en la playa,  por prescripción facultativa, y cuando fue a estudiar Ingeniería a Madrid, se implica de lleno en la natación competitiva, militando en las filas del histórico Canoe de la capital.
Cuando venía su casa, a Las Palmas de Gran Canaria, en verano para las vacaciones además de nadar, convenció a sus compañeros playeros para formar un club que pudiera competir mas allá de nuestras fronteras a imagen y semejanza de los que había en la Península como el histórico Canoe, en el que él mismo militaba y así se crea en 1934 el Club Natación Metropole y al igual que ocurriera años atrás con ese binomio hotel-natación, con el Hotel Towers, instalado en Las Canteras,  en esta ocasión lo hacen al cobijo del Hotel que les da el  nombre, el Metropole,  pero que tenía un poderoso atractivo: una pequeña piscina de 20 metros, el famoso Lido, donde además de actividades hoteleras, se les permitió un uso deportivo en el tiempo libre, que utilizaron con entusiasmo los nadadores playeros, pudiendo así experimentar lo que era entrenar en una pileta, aunque  fuera sólo de 20 metros.




La desaparecida piscina de "El Lido " en el Hotel Metopole (fuente:Fedac,) y el histórico Balneario en Santa Cruz (fuente: Dolores Hernandez)

Y así llegamos a esa considerada primera competición oficial reglada que se disputa en una piscina en Canarias, en agosto de 1934, en la flamante “Piscina del Hotel Metropole”, aunque la piscina se inaugura en abril de ese año. En esa primera competición oficial, el Metropole no estaba solo, ya que aparte de los nadadores del club anfitrión como Carlos Fleitas, José Jaimez, Antonio Hernández, José Hernández, José Feo, Armando Torrent, Luis Ley y J. Mesa, participaron nadadores de otros clubes como el denominado  C.N. Las Palmas con Rafael René, Indalecio Mentado, José Hernández, O´Shanahan, Lenton y Tacoronte y el C.N. Canteras con Luis Mentado, Díaz, Cabrera, Vernetta, Monzón y Macolo.
Por otra parte, la historia de las dos islas capitalinas marchan casi en paralelo, puesto que de esa época es también la fundación en Tenerife de la histórica Sociedad Anónima Balneario Santa Cruz, de 1928, que presidia el recordado alcalde santacrucero, Santiago García Sanabria, formando su primera Junta Directiva nombres como los de Américo López, Felipe Ravina, Bernardo de la Rosa, Félix Claverie, Luis Zamorano y Miguel Llombet y que culminan en 1934 con la construcción del legendario Balneario de Santa Cruz, hecho que ocurre en julio de ese año, con nombres de destacados deportistas como los hermanos Manuel y José Cruz, Guillermo Sureda, José Miguel Delgado, José Ribero, Ireneo Fernández, Julio Rancel, Oscar Díaz, Arturo González, José Arocha, Esteban Mandillo, Acidalio Lorenzo, Silvestre Fox, Arturo Ribero, Manuel García, Sixto Siliuto, Raimundo Afonso, Salvador Villa, Luis Murillo, Adolfo Muñoz, Carlos Benítez, Lorenzo Benítez, Gumersindo González y Oswaldo Hernández, entre otros, de la mano de otra figura histórica, Paco Rancel
Es precisamente en este escenario, en el Balneario donde también se registra la primera competición en la isla de Tenerife y casi casi en Canarias, aunque en realidad la primera competición más o menos fundamentada que se registra  es el primer campeonato provincial de natación, hecho que ocurre en noviembre de 1934, y aunque sólo se reconoce como club al Club Natación Balneario, hay un buen grupo de participantes que lo hacen fuera de concurso , como José Pérez Alayón, Domingo Suarez, Manuel de Vera, Marino Herrera, Luis Vernetta, Manuel Ravina; Aristeo González, Juan Asensio; Tomás Galván, Domingo Cruz y Emilio Regidor. 
Y llego 1935 y llego el gran reto de la “incipiente” natación canaria: participar en el Campeonato de España de Valencia y es ahí donde surge de nuevo la figura legendaria de Julio Navarro, promoviendo la creación de la Federación Canaria de Natación, toda vez que sólo se podía competir en el Campeonato de España por equipos formados por Federaciones Regionales, y lo hace formando parte de esta primera Federación Canaria cinco clubes: Metropole, el Náutico, el Athletic y Strangers de Gran Canaria y Club Natación Balneario de Tenerife.
El Consejo directivo de esta primera Federación estaba encabezado por el señor Silvio Montero, el cónsul de Uruguay en Canarias don Juan Gil Hernández como vicepresidente, don Sixto Flórez del Cueto, como secretario; don Germán Pírez Pérez como tesorero y don Rafael Bird Pérez como contador, mientras que el representante del Balneario de Tenerife, parece ser que fue Paco Rancel, la otra figura mítica de la natación canaria que fue el verdadero impulsor de natación en la isla de Tenerife.
Así las cosas, se prepara el primer Campeonato de Canarias, antesala del ilusionante debut de Canarias en el Campeonato de España, que ese año de 1935 se disputaría en la piscina de Las Arenas, en Valencia, con 33,33 metros y agua salada como era habitual en la época, del 7 al 9 de septiembre, con natación, saltos y lo que hoy se conoce como Aguas abiertas (2.000 metros).
Este primer campeonato regional, se disputaría los días 17 y 18 de agosto en la piscina del hotel Metropole, aunque en un principio se acordó organizar en la piscina del Balneario, al final no sabemos por qué motivos se trasladó a Las Palmas, aunque seguramente algo tendría que ver las dimensiones de la pileta del Balneario tinerfeño, que ya se sabía que era de unos 44 metros.
El caso es que lo que se preparó fue el primer enfrentamiento de dos selecciones, la de Tenerife, formado exclusivamente por nadadores del C.N. Balneario que era el que estaba en activo y otra de Las Palmas, que previamente tuvo que realizar un Campeonato oficial de Las Palmas, para decidir su equipo entre nadadores del Metropole, y de los otros clubes federados que habían constituido la Federación: el Náutico, el Strangers y el Athletic.
La selección tinerfeña estaba formado por los hermanos Cruz, José y Manuel, Acidalio Lorenzo, y Chelo Bonnet, mientras que la grancanaria lo estaba por Julio Navarro, Juan Díaz (Roque), Ricardo Quesada, Emilio Felipe, Núñez, René, Fernando Navarro y Enrique Martínez y no faltaron pruebas de infantiles con el tinerfeño Victoriano Alonso y los palmenses José Mª Cordón y Federico Ramos, pero lo que no hubo fue natación femenina, que tuvo que esperar a futuras ocasiones.
Vencedores en este primer campeonato fueron, Fernando Navarro en 1.500 libres (23’50”); Julio Navarro en 100 libres (1.08”4/10) y 400 libres (5’46”), Ricardo Quesada en 200 braza (3’35”) y 400 (7’44”) por parte de los locales mientras que José Cruz en 100 espalda (1’25”) se erigía en el mejor espaldista y Tenerife con los hermanos Cruz y Acidalio Lorenzo, vencían en el relevo 3 x 100 estilos con 4’22”4/10 por los 4’34” 4/10 de los Núñez, Quesada y René por parte de Las Palmas.
 Aunque se realizaron además algunos relevos fuera de concurso como el 5 x 20 o el 3 x 200 libres en los que vencía Las Palmas, con Cordón, Martínez, F. Navarro, J. Navarro y Roque al equipo representante de Tenerife, formado por Alonso, Bonnet, Fox y los hermanos Cruz, al igual que en el de 200 con Tavio, René y Roque, frente a Bonnet y los hermanos Cruz.
Sea como sea y atendiendo a la reglamentación vigente y sólo teniendo en cuenta las pruebas con presencia de nadadores de ambas islas, la puntuación final se inclinó para Las Palmas con 42 puntos, por 26 de los tinerfeños, pero lo importante era haber echado a andar o a mejor a nadar, regionalmente hablando, y ese fue el primer paso, que dejó un grato sabor de boca a todos con una organización correcta y finalizando con: “un animado baile en los salones del hotel”.
Y llegó el verdadero gran reto: búsqueda de recursos para financiar el viaje y a ese objetivo se dedicaron fervientemente nadadores, directivos, y simpatizantes en general, que ya eran muchos y la propia sociedad canaria, sobre todo la grancanaria, que se volcó en la búsqueda de recursos para financiar el viaje.
Desde las entidades hasta los prestigiosos hoteles de la época que ofrecieron bailes y otras acciones y veladas artísticas, como el propio Hotel Metropole, que cedió el importe de la entrada de los primeros campeonatos regionales (1 peseta) y lo que recaudaron en la verbena posterior, a la Federación  o el Hotel Santa Brígida, con sus “tea-danzant”, o la Compañía Trasmediterránea, que también apoyo el viaje en barco de nuestros nadadores a Cádiz. El próximo sábado se celebrará una animada verbena en los jardines y salones del Hotel Santa Brígida, con objeto de recaudar fondos para sufragar los gastos del traslado de nuestros nadadores, para asistir al Campeonato Nacional de Natación que se celebrará en Valencia en los primeros días del próximo mes de .septiembre. Damos a continuación una lista de los señores que han regalado objetos para la tómbola que se ha de instalar en dicha verbena (Las Provincia, 1935).
Hasta el propio Cabildo Insular de Gran Canaria, en la sesión del jueves 2 de agosto de 1935, que presidia Miguel Alonso Jiménez, acordó donar 1.000 pesetas de la época para sufragar el viaje de los nadadores canarios a Valencia, propuesta defendida por los consejeros Carlos Ramírez Suárez y Manuel Hernández Martín, a partir de un escrito de la Federación Canaria y que contó  con el informe favorable del secretario, Emilio Valle y Gracia, aunque fue aprobada por unanimidad de todos los consejeros.
 Ya se había decidido la selección canaria que habría de competir en tierras valencianas, precisamente a partir de los resultados de ese primer Campeonato de Canarias disputado en el Hotel Metropole y como era lógico se conformó con los vencedores de cada prueba, que había que completar con un segundo, ya que en aquella época el campeonato permitía inscribir a dos nadadores por Federación.
El equipo que se desplazó a la Península en aquella primera aventura deportiva fuera de nuestras fronteras, estaba formado por: Enrique Martínez, Fernando Navarro, Juan Díaz García (Roque), Julio Navarro, Ricardo Quesada, Sebastián Navarro,  y José Sánchez, que era un agregado del Canoe, ya que nadaría la espalda seguramente en sustitución del espaldista tinerfeño José Cruz, que aunque vencía en esa prueba del regional, definitivamente no viajaba a Valencia, quizás debido a esas cuestiones económicas que tanto lastraron y siguen lastrando el desplazamiento del deportista canario a tierras peninsulares.
La primera expedición canaria a Valencia (1935), (fuente Diario de Las Palmas)

Además viajó Antonio Hernández Pulido para los saltos de trampolín y como delegado federativo Juan Gil Hernández, que era vicepresidente de la Federación Canaria. Todos ellos en el vapor “Isla de Gran Canaria” con rumbo a Cádiz, el miércoles 28 de agosto de 1935.






La piscina "Las Arenas" en el litoral valenciano, sede del Campeonato de España de 1935.




La llegada a Cádiz, parece ser que el lunes día 2 de septiembre y donde fueron atendidos por las autoridades deportivas de la época que les facilitaron una piscina para realizar sus entrenamientos, la del club de natación de la ciudad, ya que debían seguir viaje hasta Alicante en el mismo barco y luego continuar en tren hasta Valencia, donde al parecer llegaron el 4 de septiembre, alojándose en el “Hotel Europa”. Toda una odisea, si tenemos en cuenta que embarcaron en Las Palmas el 28 de agosto.
Y una vez en Valencia pues directos a la piscina de “Las Arenas”, en la ribera valenciana, para disfrutar del ambiente natatorio que allí se respiraba y para ver a los ídolos y a las figuras de la época que luego habrían de dar un brillante campeonato,  con varios records de España y pruebas disputadas.
Los canarios, humildes, se enfrentaban por vez primera a los “monstruos” de la natación de quien tanto habían oído hablar. Nadadores de potencias como Cataluña, Castilla, y no tanto como Baleares, Navarra y Vizcaya, pero con el ánimo de ver esa natación que tanto querían y que ahora iban a comprobar si era verdad que nadaban tan rápidos.
Y no les fue muy boyante, que digamos la aventura, solo unos quintos y sextos puestos en algunas pruebas individuales, como las de fondo de Fernando Navarro y Enrique Martínez o Julio Navarro, pero lo mejor fue sin duda ese éxito moral que supuso subirse a las barbas de Baleares, en el relevo 4 x 200 libres. En aquel momento Baleares aparecía como una pequeña potencia en ciernes, no en vano finalizó tras Cataluña y Castilla en la clasificación y a los que los canarios habían echado el ojo, por si podían dar la sorpresa en la última prueba del programa.
Y así fue porque los Juan Díaz, (Roque), Quique Martínez, Fernando Navarro y Julio Navarro, pusieron toda la carne en el asador y Baleares solo les pudo sacar al final 2 décimas de segundo, 10’56”8/10, por 10’57”, en un magnifico cuarto puesto, lo que llevó la satisfacción a la expedición canaria que veía como después, en la puntuación final, fue penúltima superando solo a Navarra y siendo superada por la Vizcaína, Valencia, Baleares y las dos potencias del momento,  Cataluña y Castilla.
Eso sí, según los cálculos del capitán del equipo, si sólo hubiera puntuación de natación y no se sumaran los saltos o si se hubiera podido disponer de un equipo más completo, con féminas e incluso con nadadores infantiles, se hubiera podido escalar hasta el cuarto puesto, pero no fue así y la primera experiencia de la natación canaria se podía decir que se saldó con un cierto sabor agridulce, pero que no disminuyó para nada el ánimo de nuestros pioneros, que fueron aprender y parece que sí que aprendieron la lección, a tenor de lo que  ocurriría en años posteriores.
El propio Julio Navarro decía: “La representación canaria se ha visto relegada en la puntuación final detrás de otras regiones a las que ampliamente superó en las -pruebas de natación pura y más singularmente en las de estilo libre. Ello fue debido a la falta de número y especialización en otras pruebas y mientras Valencia obtuvo trece y cuatro puntos en saltos y braza, respectivamente, los canarios no marcaron en ellos ninguno, pero lo principal es que se ha aprendido mucho, se han visto los fallos y se ha abierto el fuego”.—(Julio Navarro. La Provincia, 11/09/1935).
Y el capitán de la selección canaria ya daba algunas pistas de lo que aprendió “allende los mares” y planteaba su estrategia de cara al futuro cuando recuerda aquello de que “los rigores del invierno y la falta de instalaciones cubiertas, impiden la práctica de la natación en las demás regiones. Conclusión?: Pues que nuestro clima ideal nos proporciona una magnifica ventaja casi de seis meses que no dudo aprovecharán nuestros nadadores “.
Y vaya si que lo aprovecharon, pero esa es otra historia que empieza en los años cuarenta. Este de 1935 fue solo el principio, el romper el fuego, que decía Julio Navarro, la puesta de largo o como se quiera llamar. Era la primera vez que Canarias se asomaba a la península como equipo y eso ya era un hito histórico del que se cumplen ahora 80 años.
Lo que si está claro que fue el germen que,  en los años posteriores brotó con fuerza y que dio paso a ese “boom” que significó la irrupción de la natación canaria en lo  más alto del podio de la natación en España,  deslumbrando a todo el país y a los aficionados al deporte, pero lamentablemente fue algo que no pudieron disfrutar dos de sus máximos impulsores: Julio Navarro en Las Palmas y Paco Rancel en Tenerife.  Así es la vida.
Los tres pioneros de la natación canaria: Pepe Feo, Paco Rancel y Julio Navarro. (fuente: C.N. Metropole)

La noticia completa está publicada en La Provincia.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Fe de erratas en el libro "La Natación en Canarias"

Como toda publicación al revisarla, se  encuentran una serie de erratas fruto de la propia edición del libro, lo que algunos llaman "duendes de imprenta", y  nuestro libro "La Natación en Canarias" no ha podido escapar a esa situación.
Por eso, adjuntamos un documento donde damos fe de esas erratas como aclaración para los que han podido adquirir el libro, cosa que agradecemos y pedimos disculpas por esas erratas.

file:///C:/Users/rafa/Desktop/Fe%20de%20erratas%20La%20natación%20en%20Canarias%201.pdf


domingo, 27 de septiembre de 2015

Los primeros paralímpicos de Canarias.


Foto: Diario de Las Palmas

Los Juegos Paralímpicos ya han alcanzado su máxima cota de prestigio y popularidad, lejos ya de aquellos comienzos en los años sesenta cuando la idea del médico alemán Ludwig Guttmann de buscar una competición de alto nivel, equivalente a los Juegos Olímpicos, para personas con alguna discapacidad se materializaba con los legendarios Juegos de Stoke Mandeville, lugar dónde radicaba  su clínica y que estaba orientada básicamente a los heridos de la Segunda Guerra Mundial  y aunque hubo presencia en Londres 1948 y Helsinki, 1952, se considera Roma 60 el punto de partida de los actuales Juegos Paralímpicos,.
Como inicialmente se basaba en heridos de guerra, poco a poco se fueron creando asociaciones y organismos para atender a otras personas con discapacidades que no fueran militares y así en nuestro país se creaba la ANIC, la Asociación Nacional de Inválidos Civiles,  que en aquellos años acogió a este colectivo.
Como no podía ser de otra manera el deporte y mas concreto la natación se consolidaban como uno de los elementos mas importantes dentro de estos Juegos Paralímpicos, como así ha sido y sigue siendo y en este caso Canarias y en concreto Gran Canaria no quedo atrás.
Las piscina “Julio Navarro” se convertía en el epicentro de la actividad de este colectivo y ya sonaban nombres que alcanzaban reconocimientos nacionales e internacionales, como es el caso de Juan Francisco Gopar, que fue un destacado campeón  de España y que tomo parte en varias competiciones internacionales recibiendo premios y honores como mejor deportista a nivel regional y a nivel nacional, siendo nombrado Mejor Deportista Nacional en 1971.


Junto a Gopar, que se había iniciado en la natación en el Club Victoria de la isleta, junto a su hermano Carmelo,  el se formó un equipo dentro de la Federación Provincial de Deportistas minusválidos, que presidia Domingo Caballero y que alcanzaba altas cotas de éxito a nivel nacional como fue el Campeonato de España de 1975, pero ya lo había sido en los años anteriores, con superioridad manifiesta.







Fuente:  Diario de Las Palmas
El equipo de Las Palmas estaba formado por José Francisco Tejera Trejo, Francisco Rodríguez Trujillo, Juan F. Gopar Rodríguez y Mauricio Rodríguez González, en masculinos y por Dulce María Henríquez Umpiérrez, Isabel Domínguez Santana y Enma Rosa Dorta Martín.
Unos pioneros, que además estaban plenamente integrados en los clubes de natación, entrenando y compitiendo con el resto de los nadadores sobre todo de la Sección de Natación de la Unión Deportiva Las Palmas o del Victoria, cumpliendo así con unos de los importantes objetivos del deporte para estos colectivos: la plena integración

Ahora son otros los nadadores y nadadoras  que pasean el nombre de Canarias por el mundo, en los Juegos Paralímpicos o en la otra cita importante, los Special Olympics, pero sería bueno reconocer el esfuerzo y la aportación que hicieron estos pioneros del Deporte para Todos.





lunes, 14 de septiembre de 2015

Gran Canaria, pionera en los Saltos de Gran Altura.


Fue sede del primer Campeonato del Mundo en 1988

Las dos últimas ediciones del Campeonato del Mundo de Natación, organizados por la FINA (Federación Internacional de Natación), han puesto de relieve una modalidad de Saltos, los de gran altura, que han sido todo un éxito a tenor de lo visto, etiquetándose como los primeros campeonatos del mundo de la especialidad y a Barcelona’2013 como el punto de arranque.





Pero en realidad la historia y la hemeroteca nos dice otra cosa, y es que  en esto de los saltos de gran altura se reconoce que tuvieron su punto de origen en los legendarios clavadistas de Acapulco en la costa del Pacifico mexicano, en la famosa Quebrada, que dio origen a estos arriesgados saltos desde alturas que llegan a los 45 metros aunque eso sí, jugando con la cadencia de las olas, y que fueron famosos a lo largo del siglo XX, a partir del año 1934 que es reconocido como el punto de partida.

La resonancia internacional no cabe duda que vino de la mano de la famosa Red Bull Cliff Diving World Series a partir de los primero años del siglo actual (2009), sobre todo por la utilización de una amplia lista de escenarios naturales a lo largo del mundo.

De ahí al campeonato del Mundo de Barcelona, todo fue un paso, pero en honor a la verdad,  no fue el primero que se disputaba en nuestro país, ese honor le corresponde a Gran Canaria, que a finales de la década de los ochenta del siglo pasado (1988), era sede del primer Campeonato del Mundo de Saltos de Gran Altura.

En septiembre de aquel año, es decir hace ahora 27 años, y según podemos leer en la prensa de la época (La Provincia, Diario de Las Palmas y Canarias7), la zona costera de El Puertillo en Bañaderos, era escenario de las evoluciones arriesgadas de 14 saltadores de países como Canadá, Estados Unidos, e Italia, desde alturas de 25-30 metros y que era la tercera cita del el citado campeonato mundial, después de las dos primera que se diputaban en Italia (Telese y Malcesine, que ha continuado siendo sede de la Red Bull).

La competición fue organizada por la denominada Federación Europea de Deportes del Mar  (FEDEMAR), que presidia Andrés Vallés  y conto con el apoyo del Ayuntamiento de Arucas y sobre todo el Cabildo Insular de Gran Canaria, de la mano del Dr. José Antonio Ruiz Caballero, en aquellos años consejero de deportes de la entidad insular y cuyo apoyo fue fundamental.


Hubo que instalar una plataforma de 25 metros de altura que tuvo sus más y sus menos, por la falta de experiencia, pero al final todo fue un éxito y el norteamericano Bob Brown se proclamaba campeón del mundo al igual que su equipo, USA. Los canadienses Mitch Geller y Scott Graham le acompañaron en el podio, eso sí, teniendo en cuenta la ausencia de las estrellas del momento, los saltadores mexicanos que estaban en  los Juegos Olímpicos de Seúl,  pero asi y todo, constituyó todo un éxito deportivo y de público que se agolpó en los alrededores para no perder detalle.

Pero ahí no acabó todo porque el campeonato formaba parte de un ambicioso programa que se denomino Semana de Actividades de esa Federación Europea de Deportes del Mar y contó, además con exhibiciones y demostraciones, como fue la intervención del legendario campeón del mundo de Apnea, Stefano Makula, que intentó y batió el record del mundo de apnea en longitud que en aquellos momentos el mismo poseía con 111 metros y que superaba en la playa de las Canteras y así quedo para la historia, dejándolo en 125 metros (9 settembre 1988- Las Palmas (Canarie)- 125 m).
Además, hubo exhibiciones de paracaidismo, y el propio Makula impartía un curso en el Metropole y en un hotel en Playa del Inglés, en una demostración evidente del magnífico escenario que significan las islas y en concreto Gran Canaria, para los deportes acuáticos y de litoral y por esa tradición deportiva que existe en nuestra tierra.



Es importante que la FINA haya rescatado los Saltos de Gran Altura, y que precisamente haya sido Barcelona el punto de partida, pero “al César lo que es del César” la pionera en nuestro país en esta modalidad deportiva es, sin duda, Gran Canaria, y no olvidemos que, precisamente, el único saltador español de la  especialidad es canario, Carlos Gimeno.




sábado, 20 de junio de 2015

LA NATACION MASTER: LOS ORIGENES EN GRAN CANARIA


Los Máster son en realidad, como ocurre en otros muchas disciplinas deportivas,  un deporte de veteranos, es decir,  una actividad para permitir que las llamadas “viejas glorias” pueden seguir practicando su deporte favorito  a pesar del paso de la edad. Esto fue así en un principio y muchos de los antiguos nadadores volvieron a pasar por las piscinas para mantenerse en forma, para recordar viejos tiempos y para volver a ver a los colegas y amigos de antaño, más o menos por ese orden.


Precisamente, el punto de partida para muchos en Gran Canaria, fue un acto solidario que se organizaba en el Metropole en 1989, para recordar la triste y prematura desaparición de un amigo de la natación local, Sergio el marido de Nancy Fleitas y padre de los saltadores Oliver y Yeray. Además coincide en el tiempo con el nacimiento y “explosión” del movimiento máster a nivel nacional ya que se convoca el primer Campeonato de España en Sabadell en julio de 1990, de la mano de uno de su grandes impulsores, Josep Claret, el que fuera recordado como gran entrenador entre otros del Club Natación Manresa, con figuras, entre otras de Neus Panadell y que ahora había fundado el C.N.Nagy.

El año 1992 había sido el del pistoletazo de salida para la categoría, con  la organización del ”I Campeonato de Canarias de Natación para Veteranos” que fue su denominación oficial, y que convocó a muchas viejas glorias de la natación local que se animaron a recordar viejos tiempos y “camaradas”, en las instalaciones del Club Natación Metropole, en su piscina de 25 metros, con participación de más de medio centenar de deportistas que “dieron un inusitado colorido a una competición, cuyo único objetivo: conseguir animarlos a participar, se cubrió con creces”. (DLP, 25/5/1992).  Ese era el objetivo y los veteranos lo cumplieron, una conjunción de figuras que provocó más de una nostalgia.

El año 1992 había sido el del pistoletazo de salida para la categoría, con  la organización del ”I Campeonato de Canarias de Natación para Veteranos” que fue su denominación oficial, y que convocó a muchas viejas glorias de la natación local que se animaron a recordar viejos tiempos y “camaradas”, en las instalaciones del Club Natación Metropole, en su piscina de 25 metros, con participación de más de medio centenar de deportistas que “dieron un inusitado colorido a una competición, cuyo único objetivo: conseguir animarlos a participar, se cubrió con creces”. (DLP, 25/5/1992).  Ese era el objetivo y los veteranos lo cumplieron, una conjunción de figuras que provocó más de una nostalgia. 
  

En categoría «A», los más jóvenes, como Jorge del Corral, Guillermo García, Luis Martínez y los más veteranos en las categorías «F» y«G», como Asdrúbal Ojeda, Miguel Alvarez  y Antonio Santana. 
Junto a ellos, otras recordadas figuras como Manuel Suárez, Arturo Lang-Lenton, José Baixas, Daniel Orejas, José A Suárez, Arístides Jaén, Luis F. González, Guillermo Martinón, Francisco Rodríguez.
En las féminas, las  hermanas Machado, Lidia y Mary Carmen, Teresa Devesa, Fátima Campos, Pino Mary Cruz, Encarna Tirado, Mavira  Santandreu y Marisa Bonal, y en las más veteranas, destacar a Rita Pulido, Nancy Fleitas y Carmen Blanco.
En braza, Ely Mary Ramos, Ana Ojeda, Nancy Fleitas, Pilar Gallego, Ana Gallardo, Gregorio Martínez  y Javier Medina.
En mariposa los hermanos Lang-Lenton, Arturo  y  Miguel, Celso González y en féminas, Blanca López..
En espalda, Pino Mary Cruz,  Gloria Sánchez y María Lang-Lenton, José Blanco, Guillermo García, Sebastián Arocha, José Gómez, José Rodríguez, Rafael Reyes.
En 100 libres, Celso González,  José Baixas, Antonio Arriaga y Juan M. Winter.
En estilos Arístides Jaén, José. Blanco, José  Baixas y Rafael Machado. Ely Mary Ramos, Fátima Campos, Saro Lang-Lenton, Pilar Gallego y Carmen Blanco
               Diario de Las Palmas, 25/5/1992. 
  
En 1993, encabezados por el gran nadador Toni Quevedo que había sido designado delegado federativo para los máster, se hace oficial otros núcleo de inquietud en Gran Canaria, precisamente en el Real Club Victoria, cuyo presidente, Juan Armas acepta en 1992, la propuesta de crear una Sección de natación Máster en el club de Las Canteras.

El grupo de nadadores de la playa era en realidad un colectivo de veteranos que se habían quedado en la playa y no habían ido a las piscinas, y  ahí nacieron dos grupos, el de los Amigos de La Peña la Vieja, con gente como Vicente García y su hermano Juan al frente  y los de la A.V, La Barra que organizaba Pacuco Bello. Los de La Peña la Vieja además formaban parte de un compromiso entre deportistas que databa del año 1950 y que debían nadar cada primer domingo de octubre dese la Puntilla a la Peña la Vieja.

Pero sin duda alguna el verdadero catalizador de la actividad en este colectivo, fue el recordado amigo Paco Reyes, una indiscutible entusiasta de todo lo que representara a la natación, catalizando toda la actividad que allí se llevaba a cabo, tanto travesías como campeonatos en piscina y desplazamientos como el que hicieron a Tenerife para nadar en la travesía al Puerto de Santa Cruz junto con Fayna Pírez, Antonio Manchado, Luis Domínguez y Eduardo López y  además editaba hasta un “Boletín de Nadadores Máster del Real Club Victoria, para informar de todos los pormenores de la  actividad, ya sean competiciones, desplazamientos, tablas de records, etc., y junto con otros amigos como los ya mencionados, sobre todo Luis Domínguez, (Wiso para los amigos) y su hermano Julio, dieron vida a una idea que si en un principio pareció descabellada, con el tiempo se ha convertido en todo un referente que ha crecido de manera imparable: la Travesía a Nado Lanzarote-La Graciosa, cuya primera edición tuvo lugar en septiembre de ese año.

Y ese mismo año se organizaba el Campeonato provincial en el Metropole, antesala de la primera participación canaria en unos nacionales y que fue todo un acontecimiento social y deportivo, como reflejó el también recordado Berto en las páginas de La Provincia.

Aun siendo una competición social, la respuesta la han dado los que abrieron este 'Master'93', y que fueron Beatriz Pulido, Ely M. Ramos, Saro Lang-Lenton, Nancy Fleitas, Estrella Gutiérrez, Fayna Pírez, Josefa Domínguez, Bernarda Angulo, Mercedes Massanet, María J. Fortum, Ana Ma Martín, Rita Pulido, Carmelo Hernández, Ignacio Funes, Javier Medina, Jesús Hermana, Sebastián Abrante, Juan M. González, Fernando Alamo, Guillermo Martinón, Enrique Caballero, Guillermo Caballero, Arturo y Jorge Lang- Lenton, Juan M. Winter, Antonio Benítez, Heriberto de la Fe, Manuel Castiñeira, Mario Viera, Eduardo López, Francisco Bello, Roberto Alberiche, Francisco Reyes, Antonio Manchado, Antonio Antela, Juan García y José M. Emperador.
Berto , La Provincia, 11/6/1993

En la actualidad la natación máster ha tenido un desarrollo que ha sido espectacular y la categoría ha llegado a unos niveles de gran prestigio deportivo y popular y aunque se nutrió en los primeros años de nadadores procedentes de la playa y los de la piscina, todos de alguna manera, veteranos o “viejas glorias” de la natación, ahora ya no es necesario haber sido nadador en otras épocas para participar en los Máster y eso, si bien es verdad que para unos ha sido un éxito, debido al magnífico ejemplo dado por todos aquellos nadadores que abrieron el camino para que mucha gente se uniera a esto de la natación, para otros, más románticos, ya no es lo mismo, ya que piensan que se ha perdido aquel espíritu de camaradería y solidaridad de los orígenes. Cuestión de opiniones.


domingo, 14 de junio de 2015

LA SECCIÓN DE NATACIÓN DE LA UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS Y SU BRILLANTE PRESENCIA NACIONAL (1971-1972)

Arriba; Bartolome "Tato" Apolinario; Jose Ferrero; Juan Francisco Rodriguez; Jaume Ristoll, Rafa Reyes y Jose Mª Vela Hidalgo. Delante: Nuria Brisson; Alberto Merelles, Teresa Devesa, Raul Beltra, Eduvigis Martín, Lourdes Auyanet, Manuel Suarez y Miguel Torres.

En el año 1971 del siglo pasado y  en plena resaca europea, los Campeonatos de España de Verano se disputaban en las históricas piscinas “Picornell” y allí empezó a consolidarse a nivel nacional el fenómeno UDLP de la mano de Miguel Torres, que traía consigo un brillante historial deportivo, y que había sido el primer medallista español en un Campeonato de Europa, en Leipzig 1962, en la prueba de 1.500 libres, y que tomaba así la alternativa como entrenador junto con su esposa, la también campeona María Ballesté. Y no defraudó.

En ese campeonato se alcanzaban los títulos de campeones de España para Pepe Ferrero por partida doble y  Rafa Reyes, y los puestos de honor para Manolo Suarez, segundo en 200 libres y Margaret Hefti,  tercera en 200 y 800 libres y segunda en 200 mariposa y cuarto puesto en la clasificación final por clubes masculina y sexto en féminas.

El tema ya se había iniciado en los de invierno en Palma de Mallorca, en las flamantes instalaciones ya desaparecidas del C.N. Palma, donde la U.D. Las Palmas era tercera superando al Metropole que era quinto en masculinos, mismo puesto que alcanzaban las pupilas de Miguel en féminas, que ya se habían dejado notar, para alegría de todo el mundillo de la natación que veían como otro club canario se subía al carro de la elite nacional.

El éxito se basó en la aportación de Ferrero, Reyes, Suarez, Apolinario, José Luis Núñez, Paco Cáceres, Alberto Merelles y Raúl Beltra (justo antes de su aciago accidente), y en chicas con Eduvigis Martín, Teresa Devesa, Margaret Hefti, Ana Mª Jiménez, Lucía Sánchez y Lourdes Auyanet que ya preparaban el “asalta al título” del año siguiente.

La U.D. se subía al podio en la espalda masculina con bronce en 100 y 200 para Reyes;  Margaret Hefti en 400 libres; Ferrero, plata en 200 estilos y más bronce en el 4 x 100 estilos con Reyes, Ferrero, Apolinario y Suarez  y en el 4 x 200, con Suárez, Merelles, Apolinario y Ferrero y en el 4 x 100 libres femenino, con Hefti, Devesa, Brisson y Martin.

Pero sin duda alguna el campanazo del  año 1972 se dio en los Campeonatos de Invierno disputados en Granollers, dónde la Unión Deportiva, se alzaba con el título nacional en féminas y segundo en masculinos, para sorpresa de todo el mundo, siendo segundos en la clasificación final conjunta, lo que se denominaba Trofeo Picornell.

El titulo más sonado fue, sin duda, en los relevos, del 4 x 100 libres femenino que cerraba el campeonato con record de España absoluto y todo formado por Eduvigis Martín, Teresa Devesa, Nuria Brisson  y Margaret Hefti, y que también eran plata en el de estilos con, Margaret, Lourdes Auyanet, Nuria y Eduvigis.

Y en chicos, la Unión Deportiva se volvía a lucir con el tercer puesto en estilos, formando con Reyes, Ristol, Apolinario y Ferrero, y plata en el 4 x 200 con Suarez, Apolinario, Merelles y Ferrero y además también hubo puestos de honor para Eduvigis Martín, Jaume Ristol, Ferrero y Margaret Hefti, en otras pruebas.

En verano siguió la racha en esta ocasión con el Club Natación Metropole como sede del Campeonato de España de Verano y en el que la Unión Deportiva, se proclamaba subcampeón de España en ambas categorías, dejaban bien alto el pabellón isleño, con títulos para Margaret Hefti en 400 y 800  libres, para la nueva incorporación, el bracista catalán, Jaume Ristol que se imponía en 200 braza y con Nuria Brissón que dominaba las dos pruebas de mariposa.

Lo dicho, fue una brillante irrupción de una natación “made in Canarias”, diferente a la clásica presencia del Metropole y que se había gestado modestamente en la histórica “Julio Navarro” recogiendo gran parte de los frutos de la labor de cantera desarrollada en los años precedentes por José Ojeda y una larga lista de monitores y colaboradores


Pero en aquel momento, Miguel supo conducir el equipo y dar así una alegría, antes que nada a los nadadores,  a los aficionados y a los dirigentes que habían apostado por él, y dar un revulsivo a la natación local.

sábado, 13 de junio de 2015

EL VERDADERO MERITO DE JULIO NAVARRO

Al hilo de la conmemoración del Día del Club que organizaba en fechas pasadas  el Club Natación Metropole en  las que se conmemoran las Bodas de oro de sus instalaciones,  aquellas que se inauguraban con aquel brillante e histórico encuentro internacional  España-Italia y que ganaba el equipo hispano por un solo punto, nos parece interesante repasar una vez más la aportación que ha hecho esta entidad y sobre todo su fundador, Julio Navarro Jaimez, a la natación canaria, nacional e internacional, al deporte  en general y a toda la sociedad canaria.


A  Julio Navarro se le atribuye ser el fundador de la natación canaria cuando, repasando la historia de nuestra natación canaria, hemos podido comprobar que en aquel año 1934, cuando se crea el Club Natación Metropole, la natación en  Canarias ya tenía su pequeña historia desde principios del siglo XX, siendo su máximo representante el Club Natación Canteras,  que presidiera Josefina de la Torre a finales de los años veinte en aquella zona capitalina que convocaba a los amantes del deporte de agua.

Y es precisamente allí donde nació para la natación Julio Navarro Jaimez, que al parecer acudía a la playa por prescripción médica, pero que quedó definitivamente enganchado a la natación hasta el punto que cuando viaja a Madrid por estudios descubre el recién constituido Canoe Natación Club y se da cuenta que el futuro pasa por crear algo parecido en Canarias y ahí surgió la idea del crear un club.

Una idea que le rondaba por la cabeza y que se traía de vacaciones a Las Palmas junto con otros compañeros como Faustino Cordón, dejando embobados a los amigos playeros que practicaban una natación poco moderna, a tenor de la que, seguramente, Julio veía y practicaba en el club madrileño en la histórica piscina madrileña de La Isla.

Julio Navarro, convenció a sus compañeros playeros para formar un club que pudiera competir mas allá de nuestras fronteras a imagen y semejanza de los que había en la Península y así se funda en 1934 el Club Natación Metropole, aunque este no estaba en Las Canteras, sino en Ciudad Jardín -aunque su origen fuera  Triana- pero tenía un poderoso atractivo: una pequeña piscina de 20 metros, el famoso Lido, donde se les permitió un uso deportivo en el tiempo libre, que utilizaron con entusiasmo los nadadores playeros.

La clave del perfeccionamiento técnico de Julio Navarro tuvo además otro factor añadido, la presencia en Canarias del famoso nadador de los años 20 en España el belga Paul Wenziner, que visitaba las islas asesorando y enseñando a los precoces nadadores locales con un alumno aventajado, el propio Julio Navarro, que después transmitía a la perfección estas enseñanzas a su compañeros de playa.

Es por eso que entendemos que el verdadero mérito de Julio Navarro fue precisamente el dar a conocer la natación canaria al mundo, dar la oportunidad para que esa natación local y modesta se asomara al exterior y abriera la puerta a una historia de leyenda que llevo el nombre de la natación canaria, de Las Palmas de Gran Canaria y de toda Canarias al exterior, paseándolo por toda España y por el mundo, llenando páginas brillantes en los anales del deporte hispano y además contribuiría con su faceta de periodista, informando minuciosamente de todo lo que concerniera a la natación no  sólo local, ya que fue corresponsal de la revista del Canoe madrileño, “Aguaisol” y además lo hizo en los Juegos Olímpicos de Berlín del año 1936.


Ese creemos que fue el verdadero merito de Julio Navarro y por el que ha pasado a la historia, una historia tristemente truncada por su prematuro fallecimiento.

domingo, 1 de febrero de 2015

EN RECUERDO DE LA GRADA CURVA

El viejo Estadio Insular lo están desmantelando y lo están haciendo a cachitos, poco a poco van desmontando las zonas históricas y sentimentales que han quedado en el recuerdo de los que tuvieron la suerte de vivir aquellas época.


La Grada Naciente,  la General  Numerada;  la Preferencia sin numerar, la Preferencia numerada, la Tribuna y como no, la Grada Curva.
Esta imagen es la que se puede ver estos días de lo que va quedando de aquel rincón del estadio.
Un rincón que nos recuerda aquellas históricas tardes de sábado, esperando el comienzo del partido.
Allí estaban los que iban desde las cinco de la tarde cuando se abrían las puertas (el partido empezaba a las 7 y media), para coger sitio a los compañeros.
Los que iban a pasar la tarde con meriendas que iban desde el  bocadillo hasta jareas asadas y sus partiditas de baraja.
Los que siempre llegaban a ultima hora y había que rodar  toda la fila para que pudieran “encajar”.
Cada uno tenía su zona y no hacía falta ni números ni acomodador, y algunos ni entrada porque allí estaban los que entraban con pases.
Todo eso merecía la pena por el espectáculo que se veía después en el césped.
Aquello era futbol de altos quilates,  tanto que hasta le gustaba a los que no eran aficionados al futbol. Le gustaba a todos.
Cuando todos los partidos se jugaban los domingos la U.D. Las Palmas, también abrió el camino a eso de jugar los sábados y a lo de la iluminación artificial en los campos
Lo que ahora se conoce como el “tiki-taka” ya lo hacía la U.D. Las Palmas en aquellos años, lo  que pasa es que no se llamaba así. Se conocía mas bien por aquello de: “juego raso” “al primer toque” y “sin pinguear”(más moderno regatear).
Y como muestra aún queda en la retina aquel magnífico gol que le marcaba Quique Wolf al Celta de Vigo, en estrecha colaboración con Germán, elaborado desde el centro del  campo con esas premisas, primer toque raso y pasando el balón sin regatear, que además fue temprano, con luz natural y decisivo para no descender
Y si hacía falta “preparación física”, seguir los consejos de los veteranos, que también se adelantaban a eso de la Nutrición Deportiva. (“Inyecciones de papas con carne” como se oía gritar en el sector del marcador simultaneo en la esquina lateral, otro reducto histórico).
Y desde aquella Grada Curva muchos fueron testigos de unas tardes inolvidables, con una bonita vista panorámica, que incluía el reloj de la fábrica de tabaco, Fedora, que no funcionaba casi nunca, las banderas de los equipos en lo alto de la grada de pie -la más barata- y  más a lo lejos, la bahía de Las Alcaravaneras, sin olvidar la “Loma Ingeniero Salinas”, que estaba detrás, el “tendido de los sastres” que decían los aficionados taurinos y que ahora está casi todo ocupada por nuevas construcciones.
Pero no solo fue futbol, ya que esa Grada Curva sirvió de escenario parta otros muchos eventos deportivos y no deportivos.
Aun resuenan los ecos de aquellas magnificas veladas de Boxeo, (con guantes de 6 onzas y vendaje duro), cuando Canarias era un todo un referente de este deporte, y  que ocupaban sobre todo muchas noches de sábado.
Después vino lo de los Carnavales y las Murgas, los mítines políticos, y otras muchas cosas, que han marcado este espacio para el recuerdo de muchos habitantes de esta tierra.
Por eso ahora que la vemos así, desnuda desde la calle, no podemos menos que recordar aquellos momentos históricos alegres y tristes, que hubo de todo,  pero de los que la Grada Curva fue fiel testigo y que quedara en la memoria de los amigos del deporte canario.