martes, 16 de noviembre de 2021

En recuerdo de María Esther Padilla

En fechas pasadas se recibía la triste noticia del fallecimiento de la que fuera una buena nadadora canaria, María Esther Padilla Postigo, que lo fue del Club Natación Metropole y de la selección canaria a finales de los años 50 del siglo pasado. María Esther formaba parte de aquellos legendarios relevos femeninos de 4 x 100 libres que se proclamaban campeones de España en aquellos años, sobre todo en aquel brillante Campeonato de España de 1956, en la actual Ciudad Deportiva Gran Canaria, otrora Martín Freire, cuando Canarias subía a lo más alto del podio en hombres y mujeres. En aquella ocasión, Maria Esther formó equipo con Mercedes González, Mª Adela Martínez y Concha Fernandez de Misa.
En el Campeonato de España disputado el año siguiente en la histórica piscina de "Las Arenas" en Valencia, donde se había disputado el recordado campeonato de 1935 donde Canarias debutaba en la natacion hispana, Mª Esther era segunda en la prueba de 100 libres, haciendo doblete para Canarias con Mª Adela y ambas con Mercedes Gonzalez y Elisabeth Owens volvian a imponerse en el 4 x 100 libres, contribuyendo a la victoria de Canarias por equipos.
Y además de los títulos nacionales estaban esos récords de España que se batían, como esos 4.58.4 que conseguían en el campeonato de 1956. Una buena nadadora de libre, que formó parte de aquellos maravillosos equipos de natación femeninos que asombraron a toda España en los años cincuenta del siglo pasado. En la imagen del periodico Aire Libre, se puede ver a María Adela Martínez y María Esther Padilla en primer plano y al fondo, Mercedes González y Conchita Fernández. Descanse en paz

domingo, 3 de octubre de 2021

80 AÑOS DE UNA GESTA: CANARIAS CONSEGUÍA SU PRIMER CAMPEONATO DE ESPAÑA.

A finales de agosto de 1941 del pasado siglo, es decir, hace ahora ochenta años, el nombre de Canarias saltaba a la luz publica en el mundo del deporte nacional como consecuencia de la obtención del primer campeonato de España que conseguía Canarias en un deporte como era la natación, con una alta consideración en aquellos años de la mano de las dos regiones más importantes: Cataluña y Madrid. A partir de ese triunfo la natación hispana ya no fue la misma. 

Equipo de Canarias en 1941
Foto: Equipo de Canarias en 1941. Fuente Dolores Hernández, El Balneario de Santa Cruz.
pepe Feo, Ramón Miranda, García Garamendi, Alfonso y Raúl Weller, Ramo Diaz, Esteban Fernández, Raimundo Afonso, Manolo Cruz, Roque Díaz, Fernando Navarro


A la tradicional lucha entre Cataluña y Madrid que se llamaba Centro o Castilla, se unía a partir de aquel año con nombre propio Canarias, que en aquel año de 1941 ponía la primera piedra de una historia más que brillante y que como no podía ser de otra manera, ha estado presente en la historia de la natación, ahora que la Real Federación Española de Natación está celebrando su Centenario. 

Hasta ese año de 1941, la natación canaria y nuestro deporte en general no tenía gran consideración en el resto del estado, como ya había señalado el periodista Díaz de las Heras en el “Ahora” de Madrid en el año 1935, con ocasión del primer campeonato de España en el que Canarias tomaba parte: “Los canarios que tienen tantos motivos para brillar en el deporte, luchan con el inconveniente enorme de la distancia en su notabilísima aspiración de incorporarse al movimiento deportivo nacional”. 

Ese año de 1935 y de la mano del recordado Julio Navarro, uno grupito de siete nadadores canarios, se desplazaban hasta la piscina valenciana de “Las Arenas” para hacer debutar a la natación canaria a nivel nacional y aunque fue una participación modesta, sembró la semilla de lo que vendría después, como así advertía el propio Julio Navarro: “lo principal es que se ha aprendido mucho, se han visto los fallos y se ha abierto el fuego” y ya planeaba la estrategia futura cunado se da cuenta de un importante detalle: “que aquí podían entrenar todo el año al contrario que el resto del estado”. 

Pero la progresión de estas ideas se vino abajo con ocasión de la Guerra Civil que azotó al país y que se llevó por delante a muchos de los pioneros de este deporte, sobre todo al propio Julio Navarro que fallecía en la contienda, pero que dejaba una importante herencia que mantendrían sus compañeros como Quique Martínez, Pepe Feo y Fernando Navarro, entre otros. 
Ignacio Martel Viniegra. Fuente: Liga Naval española


Tuvo que venir el empuje de otros históricos personajes como fue el caso del teniente de navío Ignacio Martel Viniegra quien, siguiendo instrucción del Jefe de la Comandancia Naval de Canarias, el contraalmirante Alfonso Arriaga, se puso como tarea apoyar e impulsar de nuevo aquella natación, cuya herencia había quedado algo huérfana y en el año 1940 presta un decidido apoyo a los deportes náuticos especialmente los deportes acuáticos, proponiendo travesías de natación, saltos, waterpolo e incluso remo en la ensenada del Puerto de La Luz y ahí empezó a gestarse todo lo que ocurriría al año siguiente. Un impulso que se consolida en el histórico Magno Festival de Reyes del año 1941, que convoca a los nadadores para la travesía a nado del Muelle Grande a la Marquesina, a un partido de waterpolo, a una exhibición de saltos y una regata de canoas, impulsados desde la Federación Canaria, en la que el propio Martel, ocupaba la presidencia. 

                                     Pero también a finales de 1940 se había convocado una decisiva reunión en Las Palmas de Gran Canaria, con presencia de dos elementos destacados de la natación en aquel momento como eran Alfredo García Garamendi (conocido como “Besugo”) y Paco Calamita, ambos de Tenerife que animaron a los locales a recuperar el rumbo que había tomado la natación canaria, empujando a clubes como el Náutico y Metropole, además del Price y el Gran Canaria, a tomar la iniciativa. 

Paco Calamita y Alfonso Weller. Fuente; Dolores Hernández


Pero hay otro dato importante y decisivo, como fue la construcción de la piscina de 33,33 metros de agua salada del Náutico de Tenerife, que tanto ha significado en la historia de la natación tinerfeña y canaria, que se vestía de largo en un encuentro interprovincial antecedente del campeonato regional que designaría a los representantes canarios en ese Campeonato de España en Palma de Mallorca. 

Y ahí aparecieron los nombres de los hermanos Weller, Alfonso y Raúl, Esteban Fernández, Manuel Miranda y Manuel Cruz y el propio Garamendi, de clubes como el Deportivo Tenerife, Náutico, Iberia y Price que formaron el grueso de la selección canaria junto con los grancanarios Fernando Navarro y Ramón y Juan Díaz (Roque), del Metropole y del PALA. bajo la tutela técnica de José Feo y Raimundo Afonso. 

Y ya estamos en los prolegómenos de ese campeonato y en ese momento lo más difícil no era nadar, era conseguir dinero para poder viajar y ahí se volcó la sociedad canaria como ya hiciera en 1935, respondiendo al llamamiento.

Piscina del Club Natación Metropole

    
                                                                                    
Piscina del Real Club Náutico de Tenerife
                                                                               
para recaudar fondos para “nuestros muchachos” con arengas como: CANARIO: Tu equipo de natación, el que ha de pregonar en la Península las insuperables facultades de nuestra raza tiene que ir a Palma de Mallorca con lo mejor de sus nadadores (La Provincia, 1941) .

Y en verdad se volcó con organización de verbenas, suscripciones populares, cenas de gala, etc., en ambas islas capitalinas y llamamiento de la propia Federación, que necesitaba “unas 7.500 pesetas” y para más inri, hubo un baile de fechas y los nadadores que habían viajado a finales de julio para estar en Palma los días 15, 16 y 17 de agosto, se encontraron que las fechas se habían retrasado hasta el 29, 30 y 31, lo que económicamente fue un trastorno y hubo que buscar más fondos, a través de pruebas, exhibiciones y “bolos” para conseguir recaudar fondos para esa estancia en el Hotel Royal de Palma.

Y lo que parecía un trastorno se convirtió en una ventaja ya que permitió que los nadadores pudieran entrenar tranquilamente dos semanas en el Náutico de Palma que, sin duda, fueron aprovechadas al máximo y permitió calibrar sus fuerzas de cara al campeonato.

La histórica piscina del Club Natación Palma. Fuente. Club Natación Palma

 Un campeonato del que se ha hablado mucho y que empezó con la exhibición de Roque Diaz el primer campeón y Garcia Garamendi, subcampeón, que se imponían en 200 braza, para asombro e incredulidad de los demás participantes y aficionados de regiones como Cataluña, Madrid (Castilla), Aragón, Andalucía, Galicia y Levante. A esa prueba le siguen las exhibiciones de Esteban Fernández en 1500 y Alfonso Weller que se convierte en el dominador de la espalda. 

Pero lo mejor estaba por llegar ya que la puntuación final por Federaciones se iba a decidir en el relevo 4 x 200 libres y ahí salió a relucir la visión y la estrategia del equipo canario que actuó con madurez y con una apuesta técnica por parte de los responsables que permitió que Canarias llegara segunda a la meta detrás de Cataluña, pero suficiente para sumar los puntos necesarios y así proclamarse campeones de España, consiguiéndolo además, con una sola décima de ventaja sobre el tercero en discordia, Castilla. 

Para qué fue aquello, explosión de júbilo entre los canarios, (al agua todo el mundo con ropa), fiestas por todo lo alto en el archipiélago, reconocimiento de los aficionados y estupor entre los expertos peninsulares, y como no podía ser menos una sociedad canaria que no cabía en sí de júbilo, ahí es nada Canarias, con mayúsculas se asomaba al deporte nacional y que mereció portadas en la prensa local. 


Y lo demostró con agasajos y reconocimientos en todos los órdenes sociales, con un recibimiento por todo lo alto en los muelles de Santa Cruz y de La Luz, actos protocolarios, competiciones deportivas de homenaje y una larga lista de eventos que venían a demostrar el cariño a esos nadadores muchos de cuyos nombres han quedado plasmados en instalaciones y el agradecimiento de una sociedad que veía con orgullo como unos muchachos de la tierra, ponían por primera vez el nombre de Canarias en lo más alto del panorama nacional. 

Y las primeras reacciones que se producen en serie: visita del presidente de la Federación Española, el histórico Bernardo Picornell, y la concesión de la organización del siguiente Campeonato de España del año 1942 a Canarias, que se disputarían en la recién inaugurada piscina del Real Club Náutico de Tenerife y sobre todo el reconocimiento de un triunfo deportivo que cambio para siempre el panorama de la natación española y que 80 años después recuerda que fue la natación la que puso el nombre de Canarias en la órbita nacional.


Articulo publicado en La Provincia, sábado 2 de octubre de 2021



sábado, 14 de agosto de 2021

Al amigo Pacuco Bello, de parte de la natación

La noticia del fallecimiento en fechas pasadas del mes de julio del amigo Francisco Bello, nos llenó a todos de una tristeza difícil de explicar, más que nada porque se nos ha ido lo que se dice una buena persona. Esa es la mejor definición del amigo Pacuco, como se le conocía. La prueba está en ver como se le ha recordado con cariño desde varios frentes de la sociedad canaria, sobre todo por lo que hacía referencia a la “su” Playa de Las Canteras, su querida playa, esa donde nació, se crió y vivió toda su vida, de ahí que no fueron pocos los reconocimientos que recibió, pero era el de Playero de Honor uno de los que más le emocionó.
Pero Pacuco tenía otra faceta: la natación. No es de extrañar, porque vivió en la que fue considerada la cuna de la brillante historia de la natación canaria: la Playa de Las Canteras, y donde se enganchaba a la natación deportiva a la que quedó ligada para siempre, sin dejar de practicar cada día, hasta que pudo. De la playa a “Julio Navarro”, donde inicialmente se adscribía a la disciplina del Club Natación Alcaravaneras, el club de los hermanos Guerra y que a principio de los 50 era uno de los más destacados de la natación local, hasta que pasó a la disciplina del Metropole, siempre nadando braza donde se convirtió en un buen nadador de club llegando a batir el record provincial juvenil en 100 braza (1.24.6) en 1955 y formando parte de la selección grancanaria que competía en Tenerife. Eclipsado por el brillante plantel de campeones de la época que le tocó vivir, Pacuco era de esas personas que, si bien no fue desde luego un brillante campeón, de esos que no suben tanto al podio, es evidente que sin su aportación y su trabajo no habría podio al que subir. Esa era su faceta más destacada, organizador, creativo, enamorado de lo que hacía y en este caso de la natación grancanaria y canaria, porque fue presidente de la Federación Insular de Natación y vicepresidente de la Federación Canaria de natación. Pero antes, ya había estado trabajando por y para la natación recuperando las travesías a nado en Las Canteras, apoyándose en el Real Club Victoria, club al que convenció para crear la Sección de Natación Master en la época de Juan Armas como presidente y apoyándose en gente como Antonio Quevedo, histórico nadador victorista, hasta conseguir la popularidad de esta actividad en las islas, y con él siempre en primera línea. Se unió también a la gente de la “Peña La Vieja” como Luis Domínguez, los hermanos García, y también a los hermanos Reyes, sobre todo Paco y entre todos dieron vida a la ya famosa travesía a nado Lanzarote-La Graciosa, que se ha convertido en todo un referente deportivo en las islas y más allá, sin olvidarse de las famosas travesías de la Peña La Vieja a La Puntilla. Y además se empeñó en traer a Canarias a David Meca, en aquel momento el nadador español más famoso por sus medallas en larga Distancia, sus travesías a nado y sus retos populares, como fue la famosa travesía Tenerife-Gran Canaria, cuya entrada en la playa de Las Canteras aquel mayo de 2002, fue todo un espectáculo. Después vinieron otras visitas de Meca, a Gran Canaria, a La Graciosa, al Metropole, apoyados siempre por Pacuco que no dejaba ningún detalle al azar. Que eso es lo que hacía siempre. A nadie le faltaba en las travesías, su medalla de participación, su camiseta, su refresquito, la foto, de las que guardaba un buen archivo que esperamos que no se pierda, controlando las mareas para buscar el momento idóneo de nadar, etc. Todo lo hacia Pacuco buscando ayudas incluso con su familia, su hija Chedes y sponsor por donde sea, o lo ponía el mismo, el caso es que el tema saliera adelante. O buscando piscinas y proyectos para fomentar la natación. Así era Pacuco. Un oasis de tranquilidad, familiar, abierto, generoso, incansable, siempre dispuesto a prestar la ayuda que le pidieran. Un enamorado de la naturaleza, de su playa, de sus amigos y ese es el mejor recuerdo que nos deja a los que le conocimos y le apreciamos. Siempre dispuesto a dar un consejo o ayudando a buscar solución en alguna dificultad o problema que se presentara. Se nos ha ido un amigo, una buena persona, un buen cabeza de familia. Descansa en paz.
Publicado en La Provincia el 27 de julio de 2021

domingo, 30 de mayo de 2021

EL CLUB NATACIÓN ALCARAVANERAS, EL MEJOR DE CLUB DE ESPAÑA

Eso era lo que se decía en el año 1951, hace ahora nada menos que setenta años, cuando el recién creado club canario (se fundaba en 1946), se imponía al equipo decano de la natación española: El Club Natación Barcelona, con lo más destacado de la natación catalana y española entre sus filas. Todo sucedió a finales del mes de abril con ocasión de las fiestas de San Pedro Mártir en las Palmas de Gran Canaria, cuando se organizó un torneo cuadrangular en la piscina “Julio Navarro” con participación de los mencionados Barcelona y Alcaravaneras, además del Metropole y el Náutico de Tenerife.
La puntuación dejó bien claro el rotundo triunfo de los nadadores canarios: • Club Natación Alcaravaneras, 50 puntos. • Club Natación Barcelona, 37. • Club Náutico de Tenerife, 23. • Club Natación Metropole, 22. Las pruebas que se nadaron fueron las de 100 metros libres con triunfo de Roberto Alberiche (1.01.1) sobre el subcampeón de España Ricardo Conde; en 100 espalda donde Ballvé le ganaba a Antonio Quevedo, (1.13.2 por 1.13.6) y en el 4 x200 dónde el equipo canario formado por Manolo Guerra, Aurelio Navarro, Antonio Rodríguez y Roberto Alberiche con 9.51, se imponía al 9.56 de los catalanes. Eso en la última jornada, la tercera, porque antes en los 100 braza, Manolo Guerra y Federico Sarmiento, junto con Jesús Domínguez, que todavía militaba en el Náutico de Tenerife, antes de su incorporación el Metropole, se imponían al subcampeón de España, Alberti, mientras el cenebista José Bazán tenía que batir el record de Cataluña en 800 libres para imponerse a Roberto Aberiche. (11.02 por 11.08) y en el 3 x 100 estilos, Argimiro García, Manolo Guerra y Roberto Alberiche (3.34) se imponían a los Ballvé, Alberti Y Conde (3.36). Roberto Alberiche se desquitaba de Bazán en los 400 libres (5.08 por 5.18); en 200 braza Domínguez y Sarmiento volvían a derrotar a Alberti (2.51 por 2.53) y el 4 x 100 libres volvió a ser de dominio canario (4.12.9 por 4.14.4).
Y además estaban las féminas, entre las que destacaba la catalana Elena Wust, toda una campeona de España que además batía aquí su propio record nacional en 100 espalda (1.23), pero no podía vencer a Pastora Martin en 100 libres (1.14.8 por 1.15). El ambiente no podía ser de otra manera que espectacular, tal era la afición deportiva de las islas en aquellos años hasta el punto que el periódico Falange, el domingo 22 de abril anunciaba la presencia del NO-DO en la piscina para un reportaje. Pedro Rodríguez en ese mismo periódico decía sobre la victoria del Club Natación Alcaravaneras en el relevo 4 x 200: “Sin necesidad de ello otra vez el mejor club de España dejó bien alto sus condiciones morales y físicas, pues salió a ganar sabiendo de antemano que el C. N. B. poseía muchas más posibilidades y ahí está el resultado”. Lo dicho, el mejor club de España en aquellos años en los que todavía no se hacían campeonatos por clubes como en la actualidad ya que eran Federaciones, pero sin duda un “puntazo” de moral para la natación canaria que vivirá en aquellos años cincuenta del siglo pasado una de las más brillantes etapas de su historia.

lunes, 26 de abril de 2021

EN RECUERDO DE DIEGUITO MARTEL

Se nos ha ido un gran campeón y un excelente deportista que era capaz de trasladar fuera de las piscinas ese carácter alegre y afable del que hacía gala siempre, era Diego Martel Barth Hansen, un gran velocista que en aquellos momentos solo tenía los 100 libres y no sabemos qué hubiera ocurrido de existir, como ahora, la prueba de 50 libres.
Diego era un nadador con un apellido referente en el Real Club Náutico de Tenerife, que ya a principio de los años 60 disfrutaba de la velocidad de otro Martel, José, que era el primer nadador tinerfeño que bajaba del minuto (59,5) y seguía precisamente esa trayectoria en la velocidad de las distancias cortas, destacando sobre todo por su contribución a los relevos de 4x 100 libres (todavía no existían los 4x 50). Fue 18 veces internacional, destacando su presencia olímpica en Mexico’68, precisamente en ese relevo corto, junto con José Antonio Chicoy, (55”); Juan Fortuny (56”3); Juan Fermín Martínez (56”2) y el mismo que se marcó un 55”2 en al ultima aposta del relevo que quedó en el puesto décimo y con la compañía de sus compañeros canarios, Arturo Lang-Lenton, Juan Fermín Martínez y “Chuchi” Cabrera. Y después estaban sus participaciones en otros encuentros internacionales como los Juegos del Mediterráneo de 1967 en Túnez, junto con otro tinerfeño, Jorge Rubio y de nuevo con Arturo, Chuchi y Juan Fermín, además de Maite Bringas y Nazario Padrón. Era lo que se decía, un nadador de club, contribuyendo con sus pruebas cortas y sus aportaciones a los relevos de su club de toda la vida y de las selección canaria y nacional, pero sobre todo era una gran persona, que dejó huella en los que tuvimos el gusto de conocerlo y compartir con él momentos inolvidables. Como así también lo recuerdan sus compañeros en el club, en las selecciones canaria y nacional y en los años que estuvo becado en la Residencia Blume de Madrid y Barcelona. Y estamos seguros que también la dejaría en el desarrollo de su vida profesional como médico neurocirujano en Santa Cruz de Tenerife, donde tendrá lugar su sepelio, mañana martes día 27 a las 12 horas en el velatorio Los Campitos. Descansa en paz, compañero, aquí te recordamos todos.
Campeonato de España de verano en el Metropole (1972), Diego el primero de la izquierda.