domingo, 1 de febrero de 2015

EN RECUERDO DE LA GRADA CURVA

El viejo Estadio Insular lo están desmantelando y lo están haciendo a cachitos, poco a poco van desmontando las zonas históricas y sentimentales que han quedado en el recuerdo de los que tuvieron la suerte de vivir aquellas época.


La Grada Naciente,  la General  Numerada;  la Preferencia sin numerar, la Preferencia numerada, la Tribuna y como no, la Grada Curva.
Esta imagen es la que se puede ver estos días de lo que va quedando de aquel rincón del estadio.
Un rincón que nos recuerda aquellas históricas tardes de sábado, esperando el comienzo del partido.
Allí estaban los que iban desde las cinco de la tarde cuando se abrían las puertas (el partido empezaba a las 7 y media), para coger sitio a los compañeros.
Los que iban a pasar la tarde con meriendas que iban desde el  bocadillo hasta jareas asadas y sus partiditas de baraja.
Los que siempre llegaban a ultima hora y había que rodar  toda la fila para que pudieran “encajar”.
Cada uno tenía su zona y no hacía falta ni números ni acomodador, y algunos ni entrada porque allí estaban los que entraban con pases.
Todo eso merecía la pena por el espectáculo que se veía después en el césped.
Aquello era futbol de altos quilates,  tanto que hasta le gustaba a los que no eran aficionados al futbol. Le gustaba a todos.
Cuando todos los partidos se jugaban los domingos la U.D. Las Palmas, también abrió el camino a eso de jugar los sábados y a lo de la iluminación artificial en los campos
Lo que ahora se conoce como el “tiki-taka” ya lo hacía la U.D. Las Palmas en aquellos años, lo  que pasa es que no se llamaba así. Se conocía mas bien por aquello de: “juego raso” “al primer toque” y “sin pinguear”(más moderno regatear).
Y como muestra aún queda en la retina aquel magnífico gol que le marcaba Quique Wolf al Celta de Vigo, en estrecha colaboración con Germán, elaborado desde el centro del  campo con esas premisas, primer toque raso y pasando el balón sin regatear, que además fue temprano, con luz natural y decisivo para no descender
Y si hacía falta “preparación física”, seguir los consejos de los veteranos, que también se adelantaban a eso de la Nutrición Deportiva. (“Inyecciones de papas con carne” como se oía gritar en el sector del marcador simultaneo en la esquina lateral, otro reducto histórico).
Y desde aquella Grada Curva muchos fueron testigos de unas tardes inolvidables, con una bonita vista panorámica, que incluía el reloj de la fábrica de tabaco, Fedora, que no funcionaba casi nunca, las banderas de los equipos en lo alto de la grada de pie -la más barata- y  más a lo lejos, la bahía de Las Alcaravaneras, sin olvidar la “Loma Ingeniero Salinas”, que estaba detrás, el “tendido de los sastres” que decían los aficionados taurinos y que ahora está casi todo ocupada por nuevas construcciones.
Pero no solo fue futbol, ya que esa Grada Curva sirvió de escenario parta otros muchos eventos deportivos y no deportivos.
Aun resuenan los ecos de aquellas magnificas veladas de Boxeo, (con guantes de 6 onzas y vendaje duro), cuando Canarias era un todo un referente de este deporte, y  que ocupaban sobre todo muchas noches de sábado.
Después vino lo de los Carnavales y las Murgas, los mítines políticos, y otras muchas cosas, que han marcado este espacio para el recuerdo de muchos habitantes de esta tierra.
Por eso ahora que la vemos así, desnuda desde la calle, no podemos menos que recordar aquellos momentos históricos alegres y tristes, que hubo de todo,  pero de los que la Grada Curva fue fiel testigo y que quedara en la memoria de los amigos del deporte canario.