sábado, 13 de febrero de 2016

LA HISTÓRICA PISCINA DE 33,33 METROS DEL REAL CLUB NÁUTICO DE TENERIFE, FUE LA SEDE

LOS PRIMEROS CAMPEONATOS DE ESPAÑA DE NATACIÓN QUE SE CELEBRARON EN CANARIAS (1942)



Corría el año 1941 del siglo pasado, cuando el nombre de Canarias irrumpía con todos los honores en la natación española, gracias a su brillante y sonora victoria en los Campeonatos de España, que eran la máxima cita de la natación hispana y que tenían a Palma de Mallorca como sede.

Canarias con 69 puntos vencía en la clasificación final a Cataluña y Castilla con 60 puntos, de un total de ocho regiones españolas participando, y la piscina se vino abajo y por supuesto, toda la sociedad canaria que veía como unos muchachitos de la tierra, ponían el nombre de Canarias por vez primera en lo más alto de un podio deportivo nacional.

Y en 1942 aparecían las primeras consecuencias de ese éxito, por un lado, la primera visita del presidente de la Federación Española de Natación, el legendario Bernardo Picornell a las islas y la concesión organizativa  de los Campeonatos de España de 1942,  en su edición numero 32, a la Federación Canaria, que se aprestó a organizarlos con dos sedes, la piscina del Real Club Náutico de Tenerife para las pruebas de piscina y la bahía del Puerto de la Luz en Las Palmas, para la prueba de Aguas Abiertas de 2.000 metros.



La histórica piscina de 33,33 metros del Real Club Náutico de Tenerife, un referente en la historia de la natación canaria y nacional. (Gracias, Pepe Bas)


Un reparto salomónico, aunque era evidente que la decisión era consecuencia no sólo de la falta de piscinas con medidas reglamentarias en Las Palmas, (solo estaba la del Hotel Metropole y era de 20 metros), sino porque además la recién inaugurada piscina del Náutico tinerfeño se había revelado como una de las mejores instalaciones del momento.

El caso es que el año 1942 se convierte en apoteósico para la natación en Canarias, con todo lo que conlleva los preparativos del Campeonato de España,  el propio desarrollo del campeonato y sobre todo las consecuencias posteriores con esa nueva victoria de Canarias en la puntuación final por Federaciones regionales.

El equipo que representó a Canarias se había decidido a primeros de septiembre, dos semanas antes de la gran cita nacional y dirigido por el legendario, Acidalio Lorenzo, estaba formado por los siguientes nadadores:

·         Para las pruebas de 400 y 1500 libres, Esteban Fernández de Tenerife y Rafael Miranda, que se había trasladado a Las Palmas, al Club Atlántida.
·         Para la braza el ya fijo García Garamendi del equipo anfitrión  y un nuevo valor que al parecer había descubierto Raimundo Afonso en el Puerto de la Cruz, Fermín Rodríguez.
·         Para espalda los dos hermanos Weller,  Alfonso, la nueva figura y su hermano Raúl también del equipo de Afonso, el Deportivo Tenerife.
·         Para los 100 libres Ramón Díaz, del Club PALA de Las Palmas y Gunar Beuster del Deportivo  Tenerife.

Este grupo se completaba con otros nombres de nadadores como los de Iván Staib,  Pedro Massieu y Juan Padrón, que habían tenido una actuación destacada en las pruebas de selección, y además, parece que un nuevo valor en ciernes de las Palmas, Juan Cabrera, del Marítimo Las Canteras también era invitado a participar fuera de concurso para intentar batir el récord de España de 400 libres, con tan solo 14 años.

Además, aprovechando que era en casa, se presentó por vez primera un equipo femenino, que realizo un digno papel aunque fueran terceras en un clasificación con sólo tres federaciones participantes, pero el caso es que salía a la luz las inquietudes deportivas de un grupo de chicas que lo tenían difícil en aquella época para realizar deporte al aire libre y nada menos que la natación.

Ahí estuvieron Mª Esther Padrón y Liv Staib, de Las Palmas que nadaron los 400  libres; junto con Mary Ley; en la espalda las tinerfeñas Candelaria Rodríguez y Josefina Martin; en libre Margot Villamandos; en braza, las hermanas Santoveña, Nini e Isolita, aunque también estaba otra hermana Paqui y Conchi Casariego, todas ellas de Tenerife.

 Los nadadores peninsulares, más de un centenar de deportistas de Cataluña. Madrid, Baleares, Aragón, Galicia y Guipúzcoa fueron alojados en el Gran Hotel Taoro, el de más lujo de la isla, pero que estaba en el Puerto de la Cruz, mientras los canarios lo estaban en Santa Cruz, en el Hotel Strag, no sabemos si fue una estrategia de desgaste, por aquello del traslado diario entre ambas localidades, aunque en el Puerto ya tenían una piscina (Martianez) para entrenar, o que en realidad se les buscó lo mejor de la isla, el caso es que nadie protestó. Seguramente porque fueron agasajados con fiestas e incluso con las del Cristo en La Laguna. 

El Campeonato destacó por muchas cosas, pero la más importante fue la acogida de la sociedad canaria y del público que siguió las incidencias del mismo, sobre todo del público tinerfeño, que dejó asombrado a todos los visitantes. Si hasta ese año los espectadores que acudían a cualquier campeonato de España se contabilizaban por centenares, en Santa Cruz se tuvo que hacer por miles, tal fue la expectación que provocó este campeonato.

La piscina del Real Club Náutico de Tenerife luce brillantísima en el Campeonato de España de 1942. (Fuente. Juan Arencibia).

 Las localidades se encuentran agotadas desde el jueves último y una tónica de brillantez y esplendor, nunca superado en Canarias, rodeará a  este espectáculo de tanta envergadura. Presidirán los Campeonatos las primeras autoridades de Tenerife y altas representaciones deportivas peninsulares.
Ha sido instalado un sistema de altavoces en el Club Náutico, para orientar con todo detalle al público de las incidencias de las pruebas, actuando de locutor el crítico deportivo don Julio Fernández.
La Federación Nacional ha designado el equipo de jueces y cronometradores. Como juez general de las carreras actuará el Presidente de la Federación Regional de Canarias de Natación, don Ignacio Martel.
Ha sido habilitado un recinto para los fotógrafos y una tribuna para la Prensa, Se encuentran en Tenerife, entre otros, los siguientes críticos deportivos: Enrique Ugarte, de "Pueblo" de Madrid; Vicente Ezquiroz y Ángel Sabata, de "El Mundo Deportivo" de Barcelona; Paco Rover de " Baleares" de Palma de Mallorca; Miguel Frutos, de "Gol", de Madrid; Xiol, de " La Vanguardia" de Barcelona; Acuartum, de " La Prensa " de Barcelona y otros más.
Los nadadores, Manolo Martínez y Marta González, informarán especialmente a los diarios madrileños " Ya " y "Arriba". Han llegado también varios operadores cinematográficos para filmar los detalles más sobresalientes de los Campeonatos Nacionales, Y redactores especiales de importantes agencias informativas nacionales
Falange (13/9/1942).

Mientras, siguen dándose los últimos toques a la organización de los Campeonatos y en la Federación no descansan en una labor agotadora y realmente admirable. En el Club Náutico han sido ultimadas las instalaciones eléctricas y se ha dado fin a la construcción de palcos, tribunas y gradas.
Todo se encuentra a punto y las localidades están agotadas desde el jueves. Han llegado de la Península, acompañando a los nadadores forasteros, altas personalidades deportivas, periodistas, fotógrafos, operadores cinematográficos y diversas representaciones federativas
La ciudad vive para el deporte y la animación es extraordinaria, encontrándose hoteles, pensiones y similares, completamente abarrotados. De Las Palmas llegará mañana una nutrida expedición.
Falange (12/9/1942).

Y ya en los resultados técnicos, destacar que Canarias volvía a ganar en masculinos, quedando la puntuación  así: Canarias, 76 puntos; Cataluña, 55; Baleares, 35;  Aragón, 28;  Castilla, 18, y Galicia, 9.  Y en féminas: Cataluña, 84 puntos; Castilla, 67 y Canarias, 28.

Selección canaria al completo, campeona de España en masculinos y tercera en féminas en 1942. Fuente:  (Juan Arencibia)

Pero además habría que señalar los títulos conseguidos por Fermín Rodríguez en 200 braza (3’00”8/10) y el de Alfonso Weller en 100 espalda, con récord de España y todo (1.11”) y el magnífico broche final de la victoria en el relevo 4 x 200 libres con Esteban Fernández. Alfonso Weller, Gunar Beuster y Ramón Díaz que completaron un total de 10’17”0, rubricando un triunfo que ya se había asegurado en la prueba de 100 espalda, con esa victoria de Alfonso, pero con el no menos importante tercer puesto de su hermano Raúl, que permitió a Canarias ya ser matemáticamente campeona de España con un punto de diferencia antes de nadarse el relevo, por lo que al final con el relevo ya fueron 21 puntos la diferencia sobre Cataluña.

 Y aunque la sede oficial de este campeonato fue la santacrucera piscina del Náutico, Las Palmas tampoco se quedó atrás, ya que los nadadores visitantes que se habían concentrado en dos grupos para salir de la Península, unos desde Barcelona y otros desde Cádiz, tuvieron que pasar primero por Las Palmas y después seguir viaje a Tenerife, trayecto que tuvieron que repetir a la vuelta a casa y además para disputar en la bahía grancanaria la última prueba del campeonato, al de 2.000 metros en mar abierto.

Más agasajos y más exhibiciones y homenajes en Gran Canaria, donde retornaron los nadadores peninsulares y canarios, y que se aprovechó para organizar lo que se llamo “Criterio de campeones y subcampeones”, con referencia a los títulos y puestos obtenidos en el campeonato, lo que permitió al aficionado grancanario disfrutar también de un buen espectáculo natatorio.

Pero lo más importante era, sin duda, la disputa la última prueba del campeonato, que no tendría más influencia en la clasificación obtenida en Santa Cruz, entre otras cosas porque al parecer no era puntuable, pero si fue seguida con gran interés por los aficionados a la natación y que se disputaba en la bahía del Puerto de la Luz, con llegada en la famosa Marquesina.


 La histórica Marquesina del Muelle de Santa Catalina, meta de la prueba de 2000 metros. (Fuente FEDAC)

La prueba fue todo un espectáculo deportivo, con un codo a codo entre el aragonés José Labay y Vicente Olmos; con un Alfonso Weller que lo hizo a espalda, y con la presencia femenina con eso que denominaban “hándicap” es decir que salían cinco minutos antes que los chicos. Presencia de bastantes nadadores locales como Pedro Massieu, Quico Ramos, Matías Santana, José Rodríguez, Manuel Cruz, Matías Santana, de Canarias, en unión de Castelleiro (Galicia), Carlos Piernavieja (Castilla), Navarro, de la misma región y otros nadadores como los del recién formado  C. N. San Cristóbal, A. Cabrera, M. Santana y L. Saavedra.

La victoria fue para el aragonés José Lavay, que fue el único que pudo sobrepasar a la primera femenina, la catalana Enriqueta Soriano, (que había salido antes), Vicente Olmos de Cataluña  fue segundo o tercero (según se mire), Alfonso Weller fue cuarto, Luis Casteleiro quinto y el nadador local Quico Ramos, sexto con Pedro Massieu, que parece que entró junto con Ramos o algo más atrás.  Junto a Enriqueta se habían atrevido a nadar, la canaria Susa Chirino y las nadadoras de Guipúzcoa, María del Carmen García del Busto y Carmen Álvarez Socorro Casas.

Los entrega de los trofeos en litigio, que al parecer fueron cinco, además de los individuales, se llevo a cabo en el propio muelle, aunque luego fueron agasajados en el Club Náutico hasta que emprendieron su viaje de vuelta a la península a medianoche, otra vez en el “Villa de Madrid”.

Y así se acabó la historia de este frenético y apoteósico año 1942, para la natación canaria, aquella natación que de la mano de Julio Navarro, Paco Rancel, Pepe Feo y demás pioneros, había debutado a nivel nacional tímidamente en 1935, que se destapaba el año anterior en Baleares, donde había asombrado a todos y por si hubiera dudas, lo remataba en este año, “sin trampa ni cartón” en la propia piscina canaria, la misma para todos.

De esta manera Canarias se incorporaba con todos los honores a la élite de la natación hispana y empezaba su propia leyenda unida inevitablemente a los que habían sido y seguirían siéndolo, sus rivales directos, Cataluña y Castilla, (la que luego se llamaría Centro y después  Madrid), y se acuñaba un nuevo término, la mítica enseña de las tres “C”. Canarias, Cataluña y Castilla, que salvo alguna que otra incorporación individual fueron los auténticos dominadores de los puestos de honor a lo largo de muchos años dentro de la amplia historia de la natación española que no cabe duda, que tuvo aquí, en esta XXXII edición del Campeonato de España uno de sus puntos de inflexión.

Fuente: "La Natación en Canarias". Historia de un deporte vivido en primera persona". Editorial Mercurio.