En el año 1997, es decir, hace ya dos décadas, la Junta Directiva del Club Natación Metropole, que en aquellos años estaba presidida por Arturo Lang-Lenton, acordaba dar el nombre de Argimiro García a la coqueta piscina de 25 metros dentro de sus instalaciones del Paseo de Alonso Quesada y así quedó reflejado en el pequeño monolito que lo recuerda la borde de la piscina en la actualidad.
Pero la historia de la piscina se remite muchos años mas atrás, hasta 1965 que es cuando se inaugura la piscina después del magnifico evento que supuso el bautizo de las instalaciones del club, con aquel memorable encuentro de natación España-Italia, que ganaban los hispanos por ¡¡un punto!!.
Diario de Las Palmas, junio de 1965
La piscina se inauguraba con unas marcas que asombraron a
todos, (incluido el récord inaugural de José Ferrero), evidentemente por la inevitable
facilidad de los 25 metros que pronto se
convirtieron en leyenda y se terminó por apodar a la piscina como "el resbaladero",
e incluso a nivel nacional se llegaban a poner en duda los tiempos y los
innumerables récords que allí se batían, sobre todo los catalanes que eran los auténticos rivales deportivos de
Canarias y el Metropole, llegando a dudar si la piscina medía los 25 metros reglamentarios.
La verdad es que era una piscina "milagro" ya que competición que se nadaba, récords
que se batían tanto a niveles regionales como nacionales sin olvidar a los más modestos,
que mejoraban con creces sus mejores tiempos personales. Lo dicho, un talismán.
Piscina "Argimiro Garcia" en la actualidad
Luego vino "Roque Díaz” y parece que el tema fue poco a
poco diluyéndose, aunque ahí quedó grabado para la posteridad sus momentos históricos entre corcheras o las anécdotas
de la piscina como aquella que se producía en 1967 con ocasión de la disputa del Campeonato
Regional de Invierno que en principio se iba a disputarse sábado y domingo,
pero por motivos de desplazamiento de algunos clubes tinerfeños, se pretendió
aplazar y decimos se pretendió, ya que hubo dos clubes que se negaron, uno de Tenerife
y otro de Gran Canaria y la solución salomónica fue que esos dos clubes nadaron
como estaba previsto, el sábado y el resto lo hizo en una jornada extra el
lunes, un antecedente del nado a distancia.
Argimiro, inaugurando el monolito
¿Pero, quién fue Argimiro Garcia, cuyo nombre ostenta la piscina?
Argimiro fue un reconocido entrenador de los que ahora se llamaría
“de base”, ya que esa era su función principal
en el club, y que se centraba en dirigir con gran éxito los cursos de enseñanza
que de su mano se convirtieron en multitudinarios y que permitió enseñar a nadar
a miles de jóvenes y de paso ir seleccionando a los más destacados para
engrosar las filas del primer equipo, aquel histórico equipo que dirigía Quique
Martinez. Un binomio que fue la base del éxito del Club Natación Metropole a lo
largo de los años y que tanto lustre y honores aportaron a la natacion canaria.
Aunque inicialmente, Argimiro fuera nadador del Club
Natación Alcaravaneras (estamos hablando de los años 1946-48) donde ya hizo sus
pinitos de entrenador con los hermanos Guerra y Pérez Milian, en 1953 paso a formar
parte del Metropole y allí continuó su fructífera labor.Una labor que le permitió recoger el reconocimiento de
todos, sus alumnos, (incluidos Los Tortugas), monitores, compañeros de profesión,
federativos, etc. y sobre todo de su club, el Metropole, que le otorgó ese
merecido reconocimiento al poner su nombre a una de sus piscinas históricas.
Argimiro en los comienzos con los cursillo del Metropole y con su equipo de monitores, también con nombres ilustres.
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