Corría el mes de julio de 1967, el mes por excelencia de las
inauguraciones de aquellos años, cuando el Parque Doramas se vestía de gala
para recibir una nueva piscina de 25 metros, que serviría de apoyo a la
colindante piscina de Julio Navarro de 50 metros, para el desarrollo del
deporte de la natación, ese deporte que tantas glorias y tanto significaba para
la sociedad isleña de la época.
En realidad, la piscina se había construido en un entorno privilegiado como era el Parque Doramas, precisamente aprovechando una pequeña fuente que había en el extremo norte colindante con el Club de Tenis y con un espacio de descanso techado y con bancos que había por allí.
Su objetivo inicial era para la natación
infantil y escolar, es decir, que tenía los 25 metros de largo, con seis calles
más o menos de 2 metros (¿?) y una profundidad de 60-80 centímetros, que la hacía
ideal para los que propugnaban la enseñanza de la natación en zonas poco profundas,
es decir, haciendo pie.
Juan "Roque" Diaz |
Como ya ocurriera con la vecina “Julio Navarro”,
inicialmente se llamó Piscina Infantil del Parque Doramas, pero rápidamente se bautizó
con el nombre de Roque Díaz, Roquito, el histórico nadador canario, primer campeón
de España que tuvo Canarias en 1941 y desempeñaba labores de mantenimiento de
aquellas instalaciones, hasta su marcha a las nuevas instalaciones del Club Natación
Metropole.
Pero, claro cuando se quiso utilizar para competiciones, ya
las medidas no eran adecuadas más bien eran un hándicap y así en los años setenta
se acomete una remodelación que la deja impecable para competir, hasta el punto
de que se hace famosa para los registros que allí se consiguen, era lo que se decía,
una piscina “fácil”, un resbaladero, vamos, en comparación con el estanque que
era cuando se construyó.
Allí empezaron a disputarse toda clase competiciones locales,
campeonatos provinciales y regionales, trofeos, festivales sociales, tomas de tiempo,
etc., que tuvieron su culminación en 1980 cuando se convierte en la sede la
fase final del Nadador Completo nacional, aquel en el que nadaban los cuatro estilos
y se clasifican por la suma de los tiempos, una de las competiciones más destacadas
y atractiva de aquellos años (una de las ideas de Jan Fraser) y que acogió a más
de 200 nadadores de toda España y que por cierto tuvo como vencedor al tinerfeño
Gustavo Torrijos.
Gustavo Torrijos y Mary Carmen Valiente, los vencedores del Gran Premio |
Tanta era la fama de la piscina que la propia Federación española
convocó unas pruebas de selección en la última jornada para decidir los encuentros
internacionales como al parecer lo era la I Copa de Europa de Invierno, que se disputaría en
Antibes.
Y la historia continuó, con la “Roque Diaz” como protagonista,
la misma “Roque Diaz” que parece que tiene los días contados, según los futuros
proyectos hechos públicos en los últimos días, pero que pasará a la historia deportiva
de Canarias como una de esas sedes más carismáticas y exitosas del mundo de la
natación. Todo un referente.
Pero más que eso, queda otro recuerdo en la retina de los
que han podido disfrutarla a lo largo de los años: su belleza, Ya lo decía
Berto en La Provincia en su inauguración “La
piscina en sí es sin lugar a dudas la más bella de las construidas en las islas
en esta medida de 25 metros, sobre todo por estar ubicada justo entre jardines,
con un aspecto alegre y perfectamente adecuado al lugar, sin gradas ni
accesorios inútiles, que romperían la armonía toda del conjunto de la
instalación.”. Y eso es lo que recordarán muchos de los antiguos usuarios,
la belleza de la piscina con un entorno envidiable.
La Voz de Canarias.es |