Fue sede del primer Campeonato del
Mundo en 1988
Las dos últimas ediciones del Campeonato del Mundo de Natación, organizados por la FINA (Federación Internacional de Natación), han puesto de relieve una modalidad de Saltos, los de gran altura, que han sido todo un éxito a tenor de lo visto, etiquetándose como los primeros campeonatos del mundo de la especialidad y a Barcelona’2013 como el punto de arranque.
Pero en realidad la historia y la
hemeroteca nos dice otra cosa, y es que en esto de los saltos de gran altura se
reconoce que tuvieron su punto de origen en los legendarios clavadistas de
Acapulco en la costa del Pacifico mexicano, en la famosa Quebrada, que dio
origen a estos arriesgados saltos desde alturas que llegan a los 45 metros
aunque eso sí, jugando con la cadencia de las olas, y que fueron famosos a lo
largo del siglo XX, a partir del año 1934 que es reconocido como el punto de partida.
La resonancia internacional no
cabe duda que vino de la mano de la famosa Red
Bull Cliff Diving World Series a partir de los primero años del siglo
actual (2009), sobre todo por la utilización de una amplia lista de escenarios
naturales a lo largo del mundo.
De ahí al campeonato del Mundo de
Barcelona, todo fue un paso, pero en honor a la verdad, no fue el primero que se disputaba en nuestro
país, ese honor le corresponde a Gran Canaria, que a finales de la década de
los ochenta del siglo pasado (1988), era sede del primer Campeonato del Mundo
de Saltos de Gran Altura.
En septiembre de aquel año, es
decir hace ahora 27 años, y según podemos leer en la prensa de la época (La
Provincia, Diario de Las Palmas y Canarias7), la zona costera de El Puertillo en
Bañaderos, era escenario de las evoluciones arriesgadas de 14 saltadores de
países como Canadá, Estados Unidos, e Italia, desde alturas de 25-30 metros y
que era la tercera cita del el citado campeonato mundial, después de las dos
primera que se diputaban en Italia (Telese y Malcesine, que ha continuado
siendo sede de la Red Bull).
La competición fue organizada por
la denominada Federación Europea de Deportes del Mar (FEDEMAR), que presidia Andrés Vallés y conto con el apoyo del Ayuntamiento de
Arucas y sobre todo el Cabildo Insular de Gran Canaria, de la mano del Dr. José
Antonio Ruiz Caballero, en aquellos años consejero de deportes de la entidad
insular y cuyo apoyo fue fundamental.
Hubo que instalar una plataforma de
25 metros de altura que tuvo sus más y sus menos, por la falta de experiencia,
pero al final todo fue un éxito y el norteamericano Bob Brown se proclamaba
campeón del mundo al igual que su equipo, USA. Los canadienses Mitch Geller y
Scott Graham le acompañaron en el podio, eso sí, teniendo en cuenta la ausencia
de las estrellas del momento, los saltadores mexicanos que estaban en los Juegos Olímpicos de Seúl, pero asi y todo, constituyó todo un éxito
deportivo y de público que se agolpó en los alrededores para no perder detalle.
Pero ahí no acabó todo porque el
campeonato formaba parte de un ambicioso programa que se denomino Semana de
Actividades de esa Federación Europea de Deportes del Mar y contó, además con exhibiciones
y demostraciones, como fue la intervención del legendario campeón del mundo de
Apnea, Stefano Makula, que intentó y batió el record del mundo de apnea en
longitud que en aquellos momentos el mismo poseía con 111 metros y que superaba
en la playa de las Canteras y así quedo para la historia, dejándolo en 125
metros (9 settembre 1988- Las Palmas
(Canarie)- 125 m).
Además, hubo exhibiciones de
paracaidismo, y el propio Makula impartía un curso en el Metropole y en un
hotel en Playa del Inglés, en una demostración evidente del magnífico escenario
que significan las islas y en concreto Gran Canaria, para los deportes
acuáticos y de litoral y por esa tradición deportiva que existe en nuestra
tierra.
Es importante que la FINA haya rescatado los Saltos de Gran Altura, y que precisamente haya sido Barcelona el punto de partida, pero “al César lo que es del César” la pionera en nuestro país en esta modalidad deportiva es, sin duda, Gran Canaria, y no olvidemos que, precisamente, el único saltador español de la especialidad es canario, Carlos Gimeno.
Yo soy natural de El Puertillo, Bañaderos y tenía 5 años cuando se celebró ese campeonato. No tengo fotos pero lo recuerdo bastante bien. Aún queda el cuadrado de hormigón que hizo de base de la plataforma que usaron los saltadores. Sería muy interesante buscar fotos de aquel entonces. Saludos.
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