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Componentes del equipo femenino de Canarias, campeón de España en los
años 50, con la saltadora Solange Baudens, junto con Carmen Flores, Pastora
Martín, Mª Esther Padilla, Carmina Fernandez, Amparo Martinez,, Mª Adela Martínez,
Mª del Carmen Ramírez y Tony Mitchell. Fuente. Club Natación Metropole (con colaboración de Toni Quevedo) |
Las nadadoras canarias no cabe duda que han marcado la pauta del deporte femenino en Canarias, en una época en la que el papel femenino en el deporte era poco menos que simbólico, con una presencia femenina reducida casi a lo mínimo y en ese momentos ese mínimo estaba ocupado casi por completo por las nadadoras, las que llevaron el nombre de Canarias al deporte nacional, un deporte nacional que en estos años del siglo ha alcanzado altas cotas de presencia femenina a nivel nacional e internacional, pero que no siempre ha sido así.
En
las primeras décadas del siglo pasado, en concreto en los años veinte y treinta,
la presencia femenina en natación en Canarias, fue más que evidente, empezando por la figura
de Josefina de la Torre, como la presidenta del primer club de natación que se
funda en Canarias, el Club Natación Canteras. Y en ese sentido aparecen las
hermanas Ladeveze, Hortensia y Acacia que fundan más tarde su club de natación,
el Liceo Cultural Acacia, con Nina Jaimez o Joan Knightt y el Club Natación Las
Delicias con nombres como los de Josefa Santana, Lolita Hernández, Belén Jáimez
González, Ángeles Junco, Herminia Klauser y Tita Corvo, todas ellas participando
en el Magno festival de natacion patrocinado por La Provincia en 1932 en Las
Canteras y en la piscina destacaban Nina Jaimez que batía extraoficialmente el
récord de canarias en 100 libres y Eugenia Balza, la madre de la histórica saga
de los Cabrera Balza, (Eugenio, Julio y Chuchi), Carmen y Maruja Cordón, Pilar
Alvarado, Marta y Elena Pirez y Olga Navarro, etc.
Así las cosas, en 1942, en los Campeonatos de España
disputados en el Real Club Náutico de Tenerife, Canarias presenta por vez
primera un equipo formado por las grancanarias Mª Esther Padrón y Liv Staib,
que ya habían destacado en la piscina de “El Lido” del Hotel Metropole y que se
unen a las nadadoras tinerfeñas, Candelaria Rodríguez, Josefina Martin, Margot Villamandos,
Mary Ley las hermanas Santoveña, Nini, Paqui e Isolita y Conchi Casariego.
Y
aquí parecía que se acaba la historia, ya que como le ocurrió también al
deporte olímpico hispano, hubo un periodo de transición, que más bien fue de letargo
del deporte y que vino a resolverse en 1960 en los Juegos Olímpicos de Roma, donde
reaparece la presencia femenina olímpica con fuerza, nada menos que con once
mujeres entre las que estaba una de nuestras grandes pioneras del deporte
femenino en Canarias: Rita Pulido.
Pero
antes de eso, Canarias que no había participado en un Campeonato de España de natacion
desde aquel 1942, vuelve a reaparecer en 1949 de nuevo en Palma de Mallorca,
recordada sede del primer triunfo canario, y lo hacía con un equipo formado por
una “superviviente” de aquel año 1942, María Esther Padrón, junto con Toni
Mitchell, Pastora Martin-Fernández, Carmen Kraus y Carmen Flórez.
La
presencia canaria en las grandes citas nacionales, ya de por sí muy valorada
por todos los rivales y aficionados por su forma de ser y de comportarse, por
su bonhomía, por su caballerosidad, como señaló algún periodista balear, veía
ahora más prestigiada su presencia con el equipo femenino que aportó no solo la
calidad técnica y los resultados, sino esa feminidad y belleza canaria, de las
que fueron excelentes embajadoras.
Tal
fue el empuje competitivo que en 1952 se proclamaban Campeonas de España en
casa de las eternas rivales, las nadadoras catalanas. Y lo repitieron varios
años más hasta 1960, destacando por encima de todas, nombres como los de
Pastora Martin que fue campeona de España en aquellos incipientes años 50 en
100 y 400 libres y 100 espalda, además de su aportación al relevo de Canarias
sobre todo en el 4 x 100 libres, sin contar los récords nacionales en 100 200 y
400 libres. Además, fue todo un icono social de la época por los resultados,
sus récords y su belleza.
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Pastora Martin |
Pastora
era hija del famoso arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, y su boda
con el campeón francés Pierre Dumesnil, que había acudido en 1950 con el
legendario Racing Club de París y que quedó prendado de la belleza de Pastora,
fue todo un impacto en la sociedad canaria y tras su posterior retirada recibió
un popular homenaje en el mes de abril de ese año 1954. Una historia casi de
cuento de hadas, en la que se une un brillante historial deportivo con una no
menos brillante historia social y personal.
Junto
a Pastora la tinerfeña Maria Adela Martinez, la eterna rival de Pastora, con la
que alternaba títulos y récords con su brillante palmares y además Carmen
Flores, Mª Esther Padilla, Rosa Lenton, Mª Carmen Rodríguez, Mª del Carmen
Ramírez, Tony Mitchell, Mª Rosa Ramírez, Amparo Martín, Carmina Fernández, Anita
Kronhert, Juana Rosa Lenton, Encarna y Concepcion Fernández de Misa, entre
otras El equipo se completaba con la saltadora que se había afincado en Gran
Canaria, Solange Baudens, de origen francés, y que había recalado por nuestra
isla por motivos profesionales de su marido.
La
racha continua en los últimos años de la década de los 50, con presencia
femenina de las dos islas, a cargo de nombres como los de las hermanas de
Pastora, Lucrecia y Alicia. Adabel Acosta en trampolín, Ana Mª Peñate, Esther
Owens, Carmen Pérez, Carmelina Espino, Pepita Domínguez, Elisabeth Owens,
Concha Marrero, Mary Cruz Domínguez, Lala Ramírez, Magdala Socorro, Rosario
Logendio, Quica Andersen, Delia Piqueras, Mary Lola Cossio, Flora Sanz, Loly
Reina, Pilar Valles, Rosa Ramírez, Carmen Rodríguez, Mª Carmen González, Emma
Morales, Sonia Rodríguez, Isabel Adeler y Esperanza Coloma, entre otros.
Ya
en las postrimerías de la década, hubo casi un dominio apabullante de nuestras
nadadoras, con títulos de campeonas de España para Lucrecia Martin, la hermana
de Pastora, en 400 libres; para Ana Mª Peñate en 200 braza; para Pepita
Domínguez en mariposa y para Adabel Acosta indiscutible campeona en trampolín,
además de los dos relevos, el de estilos con Alicia Martin, la hermana de
Lucrecia, Carmen Flórez, Ana Mª Peñate y Mª Adela Martínez y en el de libres
aparecía la futura figura canaria Rita Pulido, junto con Lucrecia, Elisabeth
Owens y Mª Adela. Y además estaban Asunción Aristu; Agustina Torres; Soledad
Falcón; Dolores Bravo; M. Dolores Bonny; María Victoria García, Carmen Nieves
Pérez y Estrella Gutiérrez.
El
año 1960 llega con brillantez para las féminas canarias, Campeonas de España en
Montjuic con títulos para Rita Pulido en 100 y 400 libres; Ana María Peñate en
100 mariposa y Adabel Acosta en de trampolín y palanca; y el relevo de estilos con
récord de España a cargo de Alicia Martin, Soledad Falcón, Ana Peñate y Rita
Pulido y el de 4 x 100 libres con Asunción Aristu, Ana Mª Peñate, Mª Adela
Martínez y Rita Pulido, sin olvidar el record anterior de con Alicia, Ana Mª
Peñate, Carmen Nieves Pérez y Lucrecia.
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Rita Pulido |
Y
de ahí surgió la figura de Rita Pulido, la legendaria nadadora canaria, cuyos
palmares le permitió ser seleccionada nada menos que en dos Juegos Olímpicos,
Roma 60 y Tokio 64. Rita que empezaba su carrera como mariposista en los
últimos años de los 50, se consagro después en las pruebas de libre, con más de
14 títulos de campeona de España entre pruebas y relevos, más de 60 récords
nacionales batidos y más de 50 actuaciones internacionales. Todo un palmarés.
Y,
por si fuera poco, además de su gran valía como nadadora, destacó en su personalidad
y en su saber estar como así lo reconocían sus compañeros y además al igual que
sus predecesoras, siendo una excelente embajadora de la belleza canaria, que ella
paseo con orgullo por todo el mundo. Y una no menos brillante herencia, su hija
Natalia otra gran campeona y olímpica en Barcleona’92.
Lo
dicho, pioneras del deporte femenino en unas etapas de la historia donde no era
tan fácil eso de ponerse un bañador y tirarse a la piscina, mas siendo mujer,
pero que nuestras deportistas supieron llevar adelante con brillantez y dejando
abierto un camino para las siguientes generaciones. Unas auténticas pioneras.
Ver articulo publicado en La Provincia, domingo 10 de junio de 2018
BELLEZA Y DEPORTE NO ESTABAN REÑIDAS
Uno de los tópicos
negativos más utilizados en aquellos años del siglo pasado se referían a la
incompatibilidad entre la práctica deportiva y lo femenino, en algunos casos se
decía que el deporte no era aconsejable para las jóvenes, pero repasando el
historial de la natación en Canarias, tenemos que convenir que belleza y
deporte no estaban reñidas. La presencia femenina canaria en el deporte
nacional fue todo un revulsivo no solo en el apartado técnico sino también en
el de la belleza femenina, donde Pastora Martin y Rita Pulido fueron unas
auténticas embajadoras de la mujer canaria
Si la presencia de
Pastora Martin revolucionó el mundillo natatorio nacional en los años cincuenta
por sus éxitos entre corcheras y sus entorchados nacionales no lo fue menos,
Rita Pulido, apoyada por su participación olímpica donde también destacó su
presencia.Ambas como iconos de ese
binomio deporte-belleza, iniciaron un camino de éxitos deportivos que dejaron
sentir su presencia en el deporte nacional y marcaron el camino para las
deportistas que vinieron después y que se reflejan en ese empuje actual del deporte
femenino, donde estas pioneras canarias tuvieron un protagonismo destacado,
dentro y fuera de las piscinas.