LOS VALORES DEL CLUB
Punto de partida de la charla que nos permite considerar
varias etapas:
Primera etapa: 1934-1942; Segunda etapa:1943-1947; Tercera
etapa:1948-1965; Cuarta etapa:1966-1980;Quinta etapa:1981-2000; Sexta etapa:
2000……..?????.
PRIMERA ETAPA: LOS COMIENZOS
Los comienzos del club, como en otras latitudes, tuvieron como sede la Playa de
Las Canteras, en la que ya antes de la fundación del club, 1934, se
desarrollaba un amplia labor de actividades relacionadas con la natación, y el
ejemplo más ilustrativo fue la creación del primer club de natación: El Club
Natación Canteras, que presidía una mujer ilustre de la sociedad canaria:
Josefina de la Torre y cuya sede era el barco Sensat, anclado en la misma playa.
Los antecedentes playeros ya estaban consolidados en 1932, dos años antes de la
fundación del club. La Provincia, era uno de los máximos impulsores,
probablemente porque su fundador Gustavo J. Navarro Nieto, era el padre de Julio Navarro.
Tanto Julio como otros nombres de nadadores se pueden ver en las competiciones que allí se disputaban y que se verían después en las futuras competiciones en la piscina y en el club, como el infantil Quique
Martínez.
Julio Navarro, que era nadador del Canoe de Madrid, cuando
venía a la Playa de Las Canteras, transmitía sus conocimientos de la natación a
sus compañeros de playa a los que además convence que la única manera de poder
competir fuera de Canarias era constituir un club de natación a imagen y
semejanza de los clubes de la península.
Así, en 1934 en la ya legendaria Tabaquería Willy en la calle
Triana, propiedad de la familia de Guillermo Wyttenbach García, que fue uno de los
promotores integrantes de las tertulias deportivas que allí se llevaban a cabo
con la idea de formar un club de natación, se reunían José Feo Perdomo, Vicente
Díaz Navarro, Manuel Bonnet Molowny, Germán Pírez, Manuel Abreu, Francisco
Tuñón, Carlos Fleitas, Antonio Hernández Pulido, Manuel Marrero Pérez y Fernando
Navarro Valle, además, por supuesto del propio Julio Navarro.
La primera Junta Directiva
del Metropole según acuerdo del 18 de agosto de 1934, estaba formada por Tomas
Cordón y López de Ocariz, como presidente; Guillermo Soler, vice-presidente;
Diego Mesa, secretario; José Feo, vice-secretario, Tesorero Luis Corujo,
Contador y Bibliotecario: Rafael Inzenga y los vocales, Tomás Lancha; Francisco
Rodríguez, Guillermo Wyttenbach, Carlos Fleitas y Antonio Hernández Pulido.
En
julio del año siguiente es elegido presidente Silvio Montero, para la etapa
1935-36, figura ya conocida en el mundillo de la natación desde su etapa en el
Club Natación Canteras, y que lo hace con una junta directiva formada por Antonio
Capuchinos como vicepresidente, José Feo como secretario, Francisco Tuñón como
vicesecretario, Guillermo Wyttembach como tesorero, Antonio Cabrera
bibliotecario y los vocales María Luisa Padrón, Eugenia Balsa, Jorge Navarro,
José Juan Mendoza y Diego Martel. (La Provincia, 9/7/1935).
Además se contó con
la circunstancia de que el Hotel Metropole estaba construyendo una piscina para
sus clientes y evidentemente estos entusiastas pioneros vieron los cielos abiertos y le
echaron “el ojo” rápidamente, consiguiendo incluso modificar las medidas
iniciales previstas por el hotel, para dejarlas en unas dimensiones de 20 x 9
metros y con una profundidad desde 0,40 a 3 metros ya que también tenía un
trampolín de uno y tres metros, con un rebosadero alrededor de unos 80 cm de
altura, que permitía dar los virajes y llegadas.
Pero eso no era suficiente para competir en los Campeonatos de España, ya que en
aquellos años los Campeonatos eran por federaciones regionales, por lo que había
que crear la Federación Canaria y ese fue el segundo paso que impulsó Julio
Navarro ya en 1935, y que estuvo constituida por los clubes Metropole, el Náutico, el Athletic, el Strangers y el Club Natación Balneario de Tenerife:
El Consejo directivo de
esta primera Federación estaba encabezado Silvio Montero, el cónsul de Uruguay
en Canarias, don Juan Gil Hernández como vicepresidente, don Sixto Flórez del
Cueto, como secretario; don Germán Pírez Pérez como tesorero y don Rafael Bird
Pérez como contador, mientras que el representante del Balneario de Tenerife
parece ser que fue el propio Paco Rancel.
Ante esta situación se constituye una nueva junta directiva en el Club Natación
Metropole con Hilario Pérez Alonso Cuevillas, que era delegado de Hacienda en la
provincia (La Provincia, 17/7/1935), como presidente y a finales de ese mismo
año, se vuelve a elegir una nueva Junta directiva que preside Diego Mesa, con
Francisco Tuñón como secretario, tesorero, Sebastián Alvarado y vocales: Pilar
Alvarado y Carlos Fleitas (L.P. 26/11/1935).
Y ya, puestos en marcha para participar en el primer campeonato de España que se
disputaba en la piscina “Las Arenas” de Valencia, para lo que lógicamente hubo
que organizar un Campeonato regional que permitiera conformar el equipo canario y ese campeonato se
disputaría los días 17 y 18 de agosto en la piscina del hotel Metropole, aunque
en un principio se acordó organizar en la piscina del Balneario, al final no
sabemos por qué motivos se trasladó a Las Palmas, aunque seguramente algo
tendría que ver las dimensiones de la pileta del Balneario tinerfeño, que ya se
sabía que era de unos 44 metros.
Vencedores en este primer campeonato fueron,
Fernando Navarro en 1.500 libres (23’50”); Julio Navarro en 100 libres
(1.08”4/10) y 400 libres (5’46”), Ricardo Quesada en 200 braza (3’35”) y 400
(7’44”) por parte de los locales mientras que José Cruz en 100 espalda (1’25”)
se erigía en el mejor espaldista y Tenerife con los hermanos Cruz y Acidalio
Lorenzo, vencían en el relevo 3 x 100 estilos con 4’22”4/10 por los 4’34” 4/10
de los Núñez, Quesada y René por parte de Las Palmas. La puntuación final se
inclinó para Las Palmas con 42 puntos, por 26 de los tinerfeños.
Ya tenemos el
equipo para viajar a Valencia con amplia presencia de nadadores del recién
constituido Club Natación Metropole, vencedores del regional a los que se unía
un nadador del Canoe, José Sánchez, para completar el equipo ya que el espadista
tinerfeño, José Cruz, no pudo viajar.
Y empezó una frenética carrera para la
búsqueda de recursos para financiar el viaje. y a ese objetivo se dedicaron
fervientemente nadadores, directivos, y simpatizantes en general, que ya eran
muchos y la propia sociedad canaria, sobre todo la grancanaria, que se volcó.
Desde las entidades hasta los prestigiosos hoteles de la época que ofrecieron
bailes y otras acciones y veladas artísticas, como el propio Hotel Metropole o el Hotel Santa Brígida, la Federación, la Compañía Trasmediterránea, que también
apoyò el viaje en barco de nuestros nadadores a Cádiz, el Cabildo Insular y toda
una larga lista de ciudadanos que regalaban objetos para la tómbola que se instalaba en dicha verbena.
En resumen, que todos colaboraron en esta
primera aventura. Y como resumen, habría que decir que no es que fuera muy
fructífera en cuanto a resultados, pero si para abrir las esperanzas de un
brillante futuro como así sucedió y como el propio Julio Navarro había visto en
la piscina valenciana y que resumió en una filosofía y en unos principios que se
convirtieron en los Valores del Metropole y que transmitió y dejo como herencia
también a toda la natación canaria.
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