Todavía con los ecos del XXII Campeonato Mundial de Natación disputado en Singapur entre el 11 de julio y el 3 de agosto de 2025, nos viene a la memoria los orígenes de este evento mundial que acoge a los mejores deportistas no solo de Natación, ya que se suman las especialidades de Saltos, Waterpolo, Artística, Aguas Abiertas y Saltos de Gran Altura, bajo la organización de World Aquatics.
Pero antes, el máximo organismo responsable de estas disciplinas, denominadas deportes acuáticos, recaían en la Federación Internacional de Natación Amateur, la FINA, que a finales de los años sesenta del siglo pasado ya se planteaban organizar el Primer campeonato Mundial inicialmente previsto para 1971 pero que finalmente se disputaba en Belgrado en 1973.
Precisamente para esa primera cita, Canarias tuvo su oportunidad y estaba en una lista hipotética de posibles sedes, junto a Madrid y Barcelona, en una buena posición de salida que tenía España, pero que finalmente tuvo que esperar hasta 1986 para conseguirlo.
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Fuente: Revista Crol. RFEN |
Pero en aquellos años de finales de 1969, el nombre de Canarias y mas concreto el de Las Palmas de Gran Canaria, contaba con amplas posibilidad4ds ser sede de ese primer campeonato.
Dos puntos de referencia fueron
muy importantes. En esas fechas el presidente de la Federación Española de
Natación era el canario Luis Benítez de Lugo, el recordado Marques de la
Florida y por otro lado en ese mismo año el presidente de la FINA, el mexicano
Javier Ostos, realizaba una visita a las islas de la mano del propio Marqués,
quien además recibía un homenaje de la natación canaria, de la que también
había sido presidente.
La idea fue el centro de
conversaciones durante esta vidita del mandatorio internacional, y dentro del
acto del homenaje al Marques y muchos dirigentes locales se ilusionaron con la
idea. En aquel momento las instalaciones del Metropole eran las ideales, aunque
reconocían que hacía falta otra piscina.
Pero la ciudad ya contaba con
otras piscinas de 50 metros que podían aportar algo al campeonato, como la
cercana de “Julio Navarro” o la de “Martin Freire”, e incluso el recordado
Berto, en La Provincia (octubre 1969), ya repasaba los cálculos:
“solamente de deportistas, hablan de 500 personas y la duración de los
campeonatos de diez a doce días, abarcando natación, saltos, waterpolo y
natación sincronizada, siendo imprescindible los cuatro eventos. Después viene
el desplazamiento de personal técnico y directivo, hospedaje y
acondicionamiento dé las instalaciones, etc. con el servicio imprescindible de
comunicaciones -teléfono y télex- y el aforo mínimo de por lo menos ocho mil
personas”. Algo que parecía difícil de alcanzar, sobre todo porque
España tenía otras candidaturas como Madrid y Barcelona, pero el propio
cronista decía: “Ahora bien, el interés en hacerlos puede mover
posibilidades, y el prestigio y conocimiento que alcanzaría Canarias para
muchos bien vale el esfuerzo”.
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La piscina Pepe Feo en 1972, sede de los Campeonatos de España. Fuente Revista Crol. RFEN |
Pero todo se evaporó cuando los
máximos dirigentes hispanos decían que: “No se duda de la capacidad de la
organización canaria Pero el riesgo a correr era demasiado grande” ya
que había que depositar 3.000 dólares de fianza que en aquella época era dinero
y prefirieron dejarlo para más adelante, como así ocurrió en 1986 con el
Mundial en Madrid y después los de Barcelona.
Pero queda al menos el agradable
recuerdo de lo que significaba en aquellos la natación canaria, no solo a nivel
nacional, ya que a nivel internacional también se pensaba en Canarias, con
interlocutores como lo fueron tanto el Marqués de la Florida como Gregorio
Socorro entre otros y que se reflejan en esas visitas de los máximos
mandatarios mundiales.
En fin, ahí quedó la ilusión.
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