domingo, 21 de mayo de 2017

EN RECUERDO DE MANUEL ORTEGA REYES, "REYES EL BLANCO"

Nos llega la triste noticia del fallecimiento de Manuel Ortega Reyes, más conocido cariñosamente entre sus compañeros de la piscina "Julio Navarro" como Reyes "el blanco" para diferenciarlo del otro, "el negro"  y aunque había entre ambos un cierto y lejano parentesco, los que vivieron aquella época sabrán de lo que estamos hablando.




Manuel Ortega formó parte de los primeros años de aquella Sección de la Unión Deportiva Las Palmas, que se formaba a partir de la desaparición de la del Real Club Victoria. Eran los principios de los años sesenta y aquel equipo con mucha ilusión y voluntad, fue escalando peldaños hasta llegar a cotas muy altas a finales de los sesenta y sobre todo en aquellos primeros años setenta cuando llegó a ser uno de los clubes más destacados a nivel nacional, obteniendo incluso el titulo de Campeón de España, formando a muchos nadadores y nadadoras destacados en aquella época
Aquella Sección de Natación de la Unión Deportiva Las Palmas, se presentaba en sociedad en los  primeros años sesenta con nadadores entre otros como Julio Cabrera Barreto, Pepín García, Felipe Pérez. Luis Vázquez, Nereida Borges, Marisol Ayala José Ferrero, Gustavo Verastegui, Amalia Navarro, Manuel González, Mª Jesús González, Mª Carmen López, Manuel Nuez, Arecio Falcón, Fátima González y por supuesto, Manuel Ortega,  con José Ojeda como técnico.
Precisamente Manolo Ortega formaba parte del primer equipo de club en los campeonatos regionales y nacionales que se iban celebrando. Debutaba en los nacionales de invierno en Barcelona con compañeros como Alberto González, Manuel González, José Cárdenes, Luis Vázquez, Luis Artiles, Felipe Pérez,  José Oliver y Gustavo Verástegui, además de Fátima y María Jesús González, Nereida Borges, María José Luzardo, Ana María Jiménez y Ana Severa González.
Era lo que se dice un nadador de club. Aportaba su granito de arena sobre todo en las pruebas de crol, de fondo y medio fondo y en los relevos.
Peor aparte de la faceta deportiva, Manolo Ortega, era un  verdadero compañero, un amigo, de esos que se dice que “hacen equipo”. Nunca faltaba su ayuda, su apoyo, su sonrisa para sus compañeros, aunque después en el agua fueran sus rivales. Para él parecía más importante el ambiente familiar y de amistad que se había creado en “Julio Navarro”, que las marcas en el agua.
Y además, siempre tenía una palabra de apoyo para esos novatos que empezaban despuntar y a formar parte del primer equipo, ya sea entrenando, ya sea en los viajes dando consejos y ofreciendo su amistad y comprando aquellos típicos gorritos de souvenir que llevaba a todos los viajes, los que compraba en el Pueblo Canario.
No cabe duda, que ha dejado un buen recuerdo en los que le conocieron entre los que nos incluimos y estamos seguros que muchos compañeros que lo conocieron, pensarán lo mismo. 
La Misa-Funeral, será el próximo martes día 23 de mayo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz en la calle Pérez Muñoz en el Puerto, a las 19.00 horas. Allí podremos dar el pésame a su familia, sobre todo a  su mujer, Satu.
Descansa en paz, amigo.


viernes, 10 de marzo de 2017

FALLECIMIENTO DE JUAN MANUEL PULIDO




La noticia del fallecimiento de Juan Manuel Pulido ha sido muy sentida por el mundillo de la natación, sobre todo en el de una natación histórica, la que pertenece a esa época del siglo pasado, de un deporte que lo fue todo a nivel nacional.


Juan Manuel Pulido no fue deportivamente de  esas figuras que se convertirían en leyenda, la misma que se forjó entre las corcheras nacionales y allende los mares, como dice la famosa expresión. Pero él si vivió esa etapa gloriosa en la que decir natación en España era decir Canarias y decir Canarias, en España, era decir natación.

Así las cosas, nos situamos en 1955, año en el que los Campeonatos de España absolutos se van hasta Cádiz en la piscina de La Victoria de 50 metros y agua salada, y donde Canarias se imponía  a Cataluña en masculinos por 189 a 182, basándose, en nombres como  Jesús Domínguez, Manolo Guerra, Correa,  Luis González, Eduardo Ley Diego Matías Guigou Ventura Ramírez, Manuel Castiñeira y Fernando Díaz Cutillas; y  Cristino González.

Pero la clave de todo esa pujanza, al parecer estaba en la promoción de la cantera que se estaba haciendo en las islas, para mantener ese nivel de prestigio y ahí surge la figura de Juan Manuel Pulido capitaneando un equipo infantil formado por Alfonso Díaz, Enrique Ortiz, Jesús Cantero, Julio Cabrera, por Las Palmas y Domingo García y Tomás Sánchez de Tenerife, que se proclama subcampeón de España en el I Campeonato que se disputa en Mataró y donde acuden de la mano de Carmen Kraus, (la hermana de Alfredo), como entrenadora.

Y en 1956, con Valladolid como escenario se proclamaba campeón de España infantil con Orlando de la Hoz, Enrique Ortiz, Domingo García, Alfonso Díaz, Julio Cabrera y Argimiro García (+) de entrenador. Con titulo en relevo de estilos con Díaz y Ortiz y con esa anécdota que contaba Argimiro, de hacerlo nadar tres veces los 400 libres.

Fue poseedor de un gran número de records en categoría infantil y juvenil, con ese record nacional de 400 libres como estandarte y los 4 x 100 estilos con Cabrera, Ortiz, Pulido y O´Shanahan en mayo, que volvían a mejorar en septiembre, (cambiando a O´Shanahan por Bernardo Suarez). Y luego están todos esos records locales de 400 y 800 libres en juveniles y en infantiles los de 100, 200, 400 y 100 mariposa, además de los relevos de libre y estilos. Todo un palmarés.

Luego la categoría juvenil fue más difícil y como muestra ese “doloroso” subcampeonato obtenido en Palencia, donde acudía Juan Manuel con Manuel Girona, Mauricio O´Shanahan, Heriberto de la Fe, Miguel Ángel Hernández y Luis Armas, y donde se produjo aquella inocente descalificación de Heriberto en mariposa.

Y es que era difícil destacar con esa pléyade de grandes figuras de la natación canaria de aquellos finales de los años 50 y principios de los 60, eso y la clásica etapa de combinar deporte con estudios y otras ocupaciones, parece que alejaron a Juan Manuel poco a poco de la primera línea de la natación.


sábado, 13 de febrero de 2016

LA HISTÓRICA PISCINA DE 33,33 METROS DEL REAL CLUB NÁUTICO DE TENERIFE, FUE LA SEDE

LOS PRIMEROS CAMPEONATOS DE ESPAÑA DE NATACIÓN QUE SE CELEBRARON EN CANARIAS (1942)



Corría el año 1941 del siglo pasado, cuando el nombre de Canarias irrumpía con todos los honores en la natación española, gracias a su brillante y sonora victoria en los Campeonatos de España, que eran la máxima cita de la natación hispana y que tenían a Palma de Mallorca como sede.

Canarias con 69 puntos vencía en la clasificación final a Cataluña y Castilla con 60 puntos, de un total de ocho regiones españolas participando, y la piscina se vino abajo y por supuesto, toda la sociedad canaria que veía como unos muchachitos de la tierra, ponían el nombre de Canarias por vez primera en lo más alto de un podio deportivo nacional.

Y en 1942 aparecían las primeras consecuencias de ese éxito, por un lado, la primera visita del presidente de la Federación Española de Natación, el legendario Bernardo Picornell a las islas y la concesión organizativa  de los Campeonatos de España de 1942,  en su edición numero 32, a la Federación Canaria, que se aprestó a organizarlos con dos sedes, la piscina del Real Club Náutico de Tenerife para las pruebas de piscina y la bahía del Puerto de la Luz en Las Palmas, para la prueba de Aguas Abiertas de 2.000 metros.



La histórica piscina de 33,33 metros del Real Club Náutico de Tenerife, un referente en la historia de la natación canaria y nacional. (Gracias, Pepe Bas)


Un reparto salomónico, aunque era evidente que la decisión era consecuencia no sólo de la falta de piscinas con medidas reglamentarias en Las Palmas, (solo estaba la del Hotel Metropole y era de 20 metros), sino porque además la recién inaugurada piscina del Náutico tinerfeño se había revelado como una de las mejores instalaciones del momento.

El caso es que el año 1942 se convierte en apoteósico para la natación en Canarias, con todo lo que conlleva los preparativos del Campeonato de España,  el propio desarrollo del campeonato y sobre todo las consecuencias posteriores con esa nueva victoria de Canarias en la puntuación final por Federaciones regionales.

El equipo que representó a Canarias se había decidido a primeros de septiembre, dos semanas antes de la gran cita nacional y dirigido por el legendario, Acidalio Lorenzo, estaba formado por los siguientes nadadores:

·         Para las pruebas de 400 y 1500 libres, Esteban Fernández de Tenerife y Rafael Miranda, que se había trasladado a Las Palmas, al Club Atlántida.
·         Para la braza el ya fijo García Garamendi del equipo anfitrión  y un nuevo valor que al parecer había descubierto Raimundo Afonso en el Puerto de la Cruz, Fermín Rodríguez.
·         Para espalda los dos hermanos Weller,  Alfonso, la nueva figura y su hermano Raúl también del equipo de Afonso, el Deportivo Tenerife.
·         Para los 100 libres Ramón Díaz, del Club PALA de Las Palmas y Gunar Beuster del Deportivo  Tenerife.

Este grupo se completaba con otros nombres de nadadores como los de Iván Staib,  Pedro Massieu y Juan Padrón, que habían tenido una actuación destacada en las pruebas de selección, y además, parece que un nuevo valor en ciernes de las Palmas, Juan Cabrera, del Marítimo Las Canteras también era invitado a participar fuera de concurso para intentar batir el récord de España de 400 libres, con tan solo 14 años.

Además, aprovechando que era en casa, se presentó por vez primera un equipo femenino, que realizo un digno papel aunque fueran terceras en un clasificación con sólo tres federaciones participantes, pero el caso es que salía a la luz las inquietudes deportivas de un grupo de chicas que lo tenían difícil en aquella época para realizar deporte al aire libre y nada menos que la natación.

Ahí estuvieron Mª Esther Padrón y Liv Staib, de Las Palmas que nadaron los 400  libres; junto con Mary Ley; en la espalda las tinerfeñas Candelaria Rodríguez y Josefina Martin; en libre Margot Villamandos; en braza, las hermanas Santoveña, Nini e Isolita, aunque también estaba otra hermana Paqui y Conchi Casariego, todas ellas de Tenerife.

 Los nadadores peninsulares, más de un centenar de deportistas de Cataluña. Madrid, Baleares, Aragón, Galicia y Guipúzcoa fueron alojados en el Gran Hotel Taoro, el de más lujo de la isla, pero que estaba en el Puerto de la Cruz, mientras los canarios lo estaban en Santa Cruz, en el Hotel Strag, no sabemos si fue una estrategia de desgaste, por aquello del traslado diario entre ambas localidades, aunque en el Puerto ya tenían una piscina (Martianez) para entrenar, o que en realidad se les buscó lo mejor de la isla, el caso es que nadie protestó. Seguramente porque fueron agasajados con fiestas e incluso con las del Cristo en La Laguna. 

El Campeonato destacó por muchas cosas, pero la más importante fue la acogida de la sociedad canaria y del público que siguió las incidencias del mismo, sobre todo del público tinerfeño, que dejó asombrado a todos los visitantes. Si hasta ese año los espectadores que acudían a cualquier campeonato de España se contabilizaban por centenares, en Santa Cruz se tuvo que hacer por miles, tal fue la expectación que provocó este campeonato.

La piscina del Real Club Náutico de Tenerife luce brillantísima en el Campeonato de España de 1942. (Fuente. Juan Arencibia).

 Las localidades se encuentran agotadas desde el jueves último y una tónica de brillantez y esplendor, nunca superado en Canarias, rodeará a  este espectáculo de tanta envergadura. Presidirán los Campeonatos las primeras autoridades de Tenerife y altas representaciones deportivas peninsulares.
Ha sido instalado un sistema de altavoces en el Club Náutico, para orientar con todo detalle al público de las incidencias de las pruebas, actuando de locutor el crítico deportivo don Julio Fernández.
La Federación Nacional ha designado el equipo de jueces y cronometradores. Como juez general de las carreras actuará el Presidente de la Federación Regional de Canarias de Natación, don Ignacio Martel.
Ha sido habilitado un recinto para los fotógrafos y una tribuna para la Prensa, Se encuentran en Tenerife, entre otros, los siguientes críticos deportivos: Enrique Ugarte, de "Pueblo" de Madrid; Vicente Ezquiroz y Ángel Sabata, de "El Mundo Deportivo" de Barcelona; Paco Rover de " Baleares" de Palma de Mallorca; Miguel Frutos, de "Gol", de Madrid; Xiol, de " La Vanguardia" de Barcelona; Acuartum, de " La Prensa " de Barcelona y otros más.
Los nadadores, Manolo Martínez y Marta González, informarán especialmente a los diarios madrileños " Ya " y "Arriba". Han llegado también varios operadores cinematográficos para filmar los detalles más sobresalientes de los Campeonatos Nacionales, Y redactores especiales de importantes agencias informativas nacionales
Falange (13/9/1942).

Mientras, siguen dándose los últimos toques a la organización de los Campeonatos y en la Federación no descansan en una labor agotadora y realmente admirable. En el Club Náutico han sido ultimadas las instalaciones eléctricas y se ha dado fin a la construcción de palcos, tribunas y gradas.
Todo se encuentra a punto y las localidades están agotadas desde el jueves. Han llegado de la Península, acompañando a los nadadores forasteros, altas personalidades deportivas, periodistas, fotógrafos, operadores cinematográficos y diversas representaciones federativas
La ciudad vive para el deporte y la animación es extraordinaria, encontrándose hoteles, pensiones y similares, completamente abarrotados. De Las Palmas llegará mañana una nutrida expedición.
Falange (12/9/1942).

Y ya en los resultados técnicos, destacar que Canarias volvía a ganar en masculinos, quedando la puntuación  así: Canarias, 76 puntos; Cataluña, 55; Baleares, 35;  Aragón, 28;  Castilla, 18, y Galicia, 9.  Y en féminas: Cataluña, 84 puntos; Castilla, 67 y Canarias, 28.

Selección canaria al completo, campeona de España en masculinos y tercera en féminas en 1942. Fuente:  (Juan Arencibia)

Pero además habría que señalar los títulos conseguidos por Fermín Rodríguez en 200 braza (3’00”8/10) y el de Alfonso Weller en 100 espalda, con récord de España y todo (1.11”) y el magnífico broche final de la victoria en el relevo 4 x 200 libres con Esteban Fernández. Alfonso Weller, Gunar Beuster y Ramón Díaz que completaron un total de 10’17”0, rubricando un triunfo que ya se había asegurado en la prueba de 100 espalda, con esa victoria de Alfonso, pero con el no menos importante tercer puesto de su hermano Raúl, que permitió a Canarias ya ser matemáticamente campeona de España con un punto de diferencia antes de nadarse el relevo, por lo que al final con el relevo ya fueron 21 puntos la diferencia sobre Cataluña.

 Y aunque la sede oficial de este campeonato fue la santacrucera piscina del Náutico, Las Palmas tampoco se quedó atrás, ya que los nadadores visitantes que se habían concentrado en dos grupos para salir de la Península, unos desde Barcelona y otros desde Cádiz, tuvieron que pasar primero por Las Palmas y después seguir viaje a Tenerife, trayecto que tuvieron que repetir a la vuelta a casa y además para disputar en la bahía grancanaria la última prueba del campeonato, al de 2.000 metros en mar abierto.

Más agasajos y más exhibiciones y homenajes en Gran Canaria, donde retornaron los nadadores peninsulares y canarios, y que se aprovechó para organizar lo que se llamo “Criterio de campeones y subcampeones”, con referencia a los títulos y puestos obtenidos en el campeonato, lo que permitió al aficionado grancanario disfrutar también de un buen espectáculo natatorio.

Pero lo más importante era, sin duda, la disputa la última prueba del campeonato, que no tendría más influencia en la clasificación obtenida en Santa Cruz, entre otras cosas porque al parecer no era puntuable, pero si fue seguida con gran interés por los aficionados a la natación y que se disputaba en la bahía del Puerto de la Luz, con llegada en la famosa Marquesina.


 La histórica Marquesina del Muelle de Santa Catalina, meta de la prueba de 2000 metros. (Fuente FEDAC)

La prueba fue todo un espectáculo deportivo, con un codo a codo entre el aragonés José Labay y Vicente Olmos; con un Alfonso Weller que lo hizo a espalda, y con la presencia femenina con eso que denominaban “hándicap” es decir que salían cinco minutos antes que los chicos. Presencia de bastantes nadadores locales como Pedro Massieu, Quico Ramos, Matías Santana, José Rodríguez, Manuel Cruz, Matías Santana, de Canarias, en unión de Castelleiro (Galicia), Carlos Piernavieja (Castilla), Navarro, de la misma región y otros nadadores como los del recién formado  C. N. San Cristóbal, A. Cabrera, M. Santana y L. Saavedra.

La victoria fue para el aragonés José Lavay, que fue el único que pudo sobrepasar a la primera femenina, la catalana Enriqueta Soriano, (que había salido antes), Vicente Olmos de Cataluña  fue segundo o tercero (según se mire), Alfonso Weller fue cuarto, Luis Casteleiro quinto y el nadador local Quico Ramos, sexto con Pedro Massieu, que parece que entró junto con Ramos o algo más atrás.  Junto a Enriqueta se habían atrevido a nadar, la canaria Susa Chirino y las nadadoras de Guipúzcoa, María del Carmen García del Busto y Carmen Álvarez Socorro Casas.

Los entrega de los trofeos en litigio, que al parecer fueron cinco, además de los individuales, se llevo a cabo en el propio muelle, aunque luego fueron agasajados en el Club Náutico hasta que emprendieron su viaje de vuelta a la península a medianoche, otra vez en el “Villa de Madrid”.

Y así se acabó la historia de este frenético y apoteósico año 1942, para la natación canaria, aquella natación que de la mano de Julio Navarro, Paco Rancel, Pepe Feo y demás pioneros, había debutado a nivel nacional tímidamente en 1935, que se destapaba el año anterior en Baleares, donde había asombrado a todos y por si hubiera dudas, lo remataba en este año, “sin trampa ni cartón” en la propia piscina canaria, la misma para todos.

De esta manera Canarias se incorporaba con todos los honores a la élite de la natación hispana y empezaba su propia leyenda unida inevitablemente a los que habían sido y seguirían siéndolo, sus rivales directos, Cataluña y Castilla, (la que luego se llamaría Centro y después  Madrid), y se acuñaba un nuevo término, la mítica enseña de las tres “C”. Canarias, Cataluña y Castilla, que salvo alguna que otra incorporación individual fueron los auténticos dominadores de los puestos de honor a lo largo de muchos años dentro de la amplia historia de la natación española que no cabe duda, que tuvo aquí, en esta XXXII edición del Campeonato de España uno de sus puntos de inflexión.

Fuente: "La Natación en Canarias". Historia de un deporte vivido en primera persona". Editorial Mercurio.

jueves, 31 de diciembre de 2015

La natación canaria cumplió 80 años en 2015

La natación fue el primer deporte que, como selección canaria, compitió en la Península, en el campeonato de España de 1935

Corría el mes de Septiembre del año 1935 del siglo pasado, es decir hace ahora mismo 80 años, cuando el nombre de Canarias se asomaba al resto de España de la mano de un grupo de entusiastas deportistas: los que formaban parte del equipo de natación de Canarias, que acudía a disputar su primer campeonato de España de aquel año en la histórica piscina “Las Arenas” de Valencia.
Era la primera vez que Canarias aparecía con nombre propio en el mundillo deportivo nacional, con las dificultades de la distancia, algo que sigue en vigor hoy en día pero que ya las  crónicas de la época, como el periódico “AHORA” de Madrid, decían cosas como: Los canarios, que tienen tantos motivos para brillar en el deporte, luchan con el inconveniente enorme de la distancia en  su notabilísima aspiración de incorporarse al movimiento deportivo nacional.(1935). Unos deportistas canarios que hasta ese año sólo eran conocidos por las “razzias” que hacia los equipos de futbol nacionales con los valores en ciernes de Canarias.
En realidad la natación canaria ya llevaba tiempo funcionando, tan grande era la afición deportiva a los deportes del mar en las islas, representado en aquellos años por la natación y las travesías a nado, algo muy habitual en los primeros años del siglo XX, en casi todas las fiestas y pueblos costeros de la geografía insular, como las “regatas de natación” que se organizaban en Santa Cruz de Tenerife  organizado por la denominada Asociación de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante y por el denominado Club Tinerfeño, antecedente del Club Náutico que con su homónimo de las Palmas de Gran Canaria mantenían vivos los deportes de agua, en aquellas primeras décadas del siglo.
El primer club organizado y específico de natación que ve la luz en las islas, fue el denominado Club  Natación Las Canteras, todo un referente social y deportivo de la época en Las Palmas de Gran Canaria y que utilizaba el histórico barco “Sensat”, fondeado en plena playa capitalina y  cuya actividad se complementaba con el otro lugar emblemático de la playa de aquella época, el Balneario denominado la Caseta de Galán, que estaba en tierra, y era el punto de partida para llegar al barco, con transporte o nadando.





El "Sensat" y el Balneario- caseta de Galan, dos referentes playeros en la historia de Las Canteras, (miplayadelascanteras,com)

El Club Natación Las Canteras, comienza su andadura en el verano del año 1928, y tal y como indicaba la prensa del momento (Diario de Las Palmas), se debía al impulso de un grupo de personas, cuyo primera acción para configurar el club fue la de gestionar el traslado desde el Puerto de La Luz y colocación en Las Canteras, de un pontón  y para el que contaron con las casas consignatarias. “que ofrecieron los servicios necesarios para el traslado desde la bahía del Puerto de La Luz a Las Canteras del pontón que servirá de base al mencionado club”.
Al frente de la comisión organizadora, que a la postre sería el equipo directivo del club, estaba la señorita Josefina de la Torre, que conto con colaboradores de gran prestigio social en aquella época, como es el caso de Silvio Montero, cónsul de la República de Uruguay en la isla y que luego lo veríamos también implicado en la fundación de la Federación Canaria de Natación en los años treinta,  siendo su primer presidente, como también lo fuera del Metropole.
Además se contaba con un nutrido grupo de entusiastas colaboradores, como los hermanos Néstor y Miguel Martin-Fernández de la Torre, don Bernardino Valle y Gracia, don Antonio Roca Bosch, don Claudio de la Torre y don Segundo Manchado, cuyo entusiasmo prendió rápidamente en la sociedad isleña que realizó numerosas aportaciones al nuevo club, que en palabras de aquella época: “hará de nuestra hermosa Playa de Las Canteras un lugar más atrayente de lo que lo es actualmente”.
Desde 1928, hay constancia de actividades en el “Sensat” organizadas por el Club Natación,  como se le denominaba y así en  julio de 1928, se disputa un partido de waterpolo entre socios del club, encabezados por Silvio Montero, los hermanos Russo, Armando Torrent, Antonio Roca, Luis Valle y Agustín Martinon, frente a los miembros de la colonia inglesa, reforzados por una tal S.H,. Cross al parecer internacional británico, Hammond y Davies. Victoria de loa canarios por 6-0 y de nuevo en la revancha por 8-1.
Y en el mes de septiembre de 1929, gran festival náutico en la Playa de Las Canteras con la natación, waterpolo y saltos en primera línea, junto con la vela y el remo, en el que tomaron parte nadadores como Armando Torrent, Manuel Romero, Manuel Betancor, Antonio Roca, Ricardo Valle, Pedro Betancor, Gerhard Ascher, Luis Valle,  Agustín Martinon, Julio Russo, Agustín Ramos, Joaquín Valle, Silvio Montero, Jaime Russo, Armando Russo; Bernardino Valle, Nicolás Martinon, Paco del Rio, Agustín Viera, Federico Ramos, Sebastián Socorro, Manolo Navarro y José Prada.
Todo dura hasta 1931 en el que un temporal de eso que ahora llamaría de alerta naranja se llevó el barco hasta la orilla y allí embarrancó y aunque se pudo reflotar, parece ser y según cuenta José Barrera en su libro (Las Canteras 1900-2000), “ante la imposibilidad de sacarlo de donde estaba del Ayuntamiento decidió desguazarlo donde mismo había quedado semienterrado”, evidentemente hubo partes del barco y restos que no se pudieron salvar y el propio Ayuntamiento: “ordenó que fueran tapados dejando el barco enterrado debajo de la playa, frente a lo que hoy es el Hotel Meliá Las Palmas”*.
Pero no quedo en saco roto toda esta actividad, ya que en 1932 y patrocinado por “La Provincia” se organiza un Magno festival de natación en Las Canteras con el objetivo de: “levantar a su conjuro, la inmensa de afición latente que existe en nuestra ciudad por el más perfecto y saludable de los deportes, que ya hemos dicha que es la natación “(La Provincia, 1932).
Una competición que tuvo todo tipo de pruebas y distancias desde 100, 400 y 1500 metros, pasando por 50 metros para señoritas y 25 para infantiles con una gran a participación en la que ya se contaba con clubes como el Club Natación Las Delicias, (el nombre del balneario de la playa), el Liceo Cultural Acacia (fundado por las hermanas Acacia y Hortensia Ladeveze), a los que se une también el incipiente Club Natación Peña La Vieja.
 Eso de la salud parece que fue la razón que llevo a la playa al considerado artífice del resurgir de la natación canaria, Julio Navarro Jaimez, hijo del fundador del prestigioso periódico de la época y también en la actualidad: La Provincia, don Gustavo J. Navarro Nieto, y que después de sus comienzos en la playa,  por prescripción facultativa, y cuando fue a estudiar Ingeniería a Madrid, se implica de lleno en la natación competitiva, militando en las filas del histórico Canoe de la capital.
Cuando venía su casa, a Las Palmas de Gran Canaria, en verano para las vacaciones además de nadar, convenció a sus compañeros playeros para formar un club que pudiera competir mas allá de nuestras fronteras a imagen y semejanza de los que había en la Península como el histórico Canoe, en el que él mismo militaba y así se crea en 1934 el Club Natación Metropole y al igual que ocurriera años atrás con ese binomio hotel-natación, con el Hotel Towers, instalado en Las Canteras,  en esta ocasión lo hacen al cobijo del Hotel que les da el  nombre, el Metropole,  pero que tenía un poderoso atractivo: una pequeña piscina de 20 metros, el famoso Lido, donde además de actividades hoteleras, se les permitió un uso deportivo en el tiempo libre, que utilizaron con entusiasmo los nadadores playeros, pudiendo así experimentar lo que era entrenar en una pileta, aunque  fuera sólo de 20 metros.




La desaparecida piscina de "El Lido " en el Hotel Metopole (fuente:Fedac,) y el histórico Balneario en Santa Cruz (fuente: Dolores Hernandez)

Y así llegamos a esa considerada primera competición oficial reglada que se disputa en una piscina en Canarias, en agosto de 1934, en la flamante “Piscina del Hotel Metropole”, aunque la piscina se inaugura en abril de ese año. En esa primera competición oficial, el Metropole no estaba solo, ya que aparte de los nadadores del club anfitrión como Carlos Fleitas, José Jaimez, Antonio Hernández, José Hernández, José Feo, Armando Torrent, Luis Ley y J. Mesa, participaron nadadores de otros clubes como el denominado  C.N. Las Palmas con Rafael René, Indalecio Mentado, José Hernández, O´Shanahan, Lenton y Tacoronte y el C.N. Canteras con Luis Mentado, Díaz, Cabrera, Vernetta, Monzón y Macolo.
Por otra parte, la historia de las dos islas capitalinas marchan casi en paralelo, puesto que de esa época es también la fundación en Tenerife de la histórica Sociedad Anónima Balneario Santa Cruz, de 1928, que presidia el recordado alcalde santacrucero, Santiago García Sanabria, formando su primera Junta Directiva nombres como los de Américo López, Felipe Ravina, Bernardo de la Rosa, Félix Claverie, Luis Zamorano y Miguel Llombet y que culminan en 1934 con la construcción del legendario Balneario de Santa Cruz, hecho que ocurre en julio de ese año, con nombres de destacados deportistas como los hermanos Manuel y José Cruz, Guillermo Sureda, José Miguel Delgado, José Ribero, Ireneo Fernández, Julio Rancel, Oscar Díaz, Arturo González, José Arocha, Esteban Mandillo, Acidalio Lorenzo, Silvestre Fox, Arturo Ribero, Manuel García, Sixto Siliuto, Raimundo Afonso, Salvador Villa, Luis Murillo, Adolfo Muñoz, Carlos Benítez, Lorenzo Benítez, Gumersindo González y Oswaldo Hernández, entre otros, de la mano de otra figura histórica, Paco Rancel
Es precisamente en este escenario, en el Balneario donde también se registra la primera competición en la isla de Tenerife y casi casi en Canarias, aunque en realidad la primera competición más o menos fundamentada que se registra  es el primer campeonato provincial de natación, hecho que ocurre en noviembre de 1934, y aunque sólo se reconoce como club al Club Natación Balneario, hay un buen grupo de participantes que lo hacen fuera de concurso , como José Pérez Alayón, Domingo Suarez, Manuel de Vera, Marino Herrera, Luis Vernetta, Manuel Ravina; Aristeo González, Juan Asensio; Tomás Galván, Domingo Cruz y Emilio Regidor. 
Y llego 1935 y llego el gran reto de la “incipiente” natación canaria: participar en el Campeonato de España de Valencia y es ahí donde surge de nuevo la figura legendaria de Julio Navarro, promoviendo la creación de la Federación Canaria de Natación, toda vez que sólo se podía competir en el Campeonato de España por equipos formados por Federaciones Regionales, y lo hace formando parte de esta primera Federación Canaria cinco clubes: Metropole, el Náutico, el Athletic y Strangers de Gran Canaria y Club Natación Balneario de Tenerife.
El Consejo directivo de esta primera Federación estaba encabezado por el señor Silvio Montero, el cónsul de Uruguay en Canarias don Juan Gil Hernández como vicepresidente, don Sixto Flórez del Cueto, como secretario; don Germán Pírez Pérez como tesorero y don Rafael Bird Pérez como contador, mientras que el representante del Balneario de Tenerife, parece ser que fue Paco Rancel, la otra figura mítica de la natación canaria que fue el verdadero impulsor de natación en la isla de Tenerife.
Así las cosas, se prepara el primer Campeonato de Canarias, antesala del ilusionante debut de Canarias en el Campeonato de España, que ese año de 1935 se disputaría en la piscina de Las Arenas, en Valencia, con 33,33 metros y agua salada como era habitual en la época, del 7 al 9 de septiembre, con natación, saltos y lo que hoy se conoce como Aguas abiertas (2.000 metros).
Este primer campeonato regional, se disputaría los días 17 y 18 de agosto en la piscina del hotel Metropole, aunque en un principio se acordó organizar en la piscina del Balneario, al final no sabemos por qué motivos se trasladó a Las Palmas, aunque seguramente algo tendría que ver las dimensiones de la pileta del Balneario tinerfeño, que ya se sabía que era de unos 44 metros.
El caso es que lo que se preparó fue el primer enfrentamiento de dos selecciones, la de Tenerife, formado exclusivamente por nadadores del C.N. Balneario que era el que estaba en activo y otra de Las Palmas, que previamente tuvo que realizar un Campeonato oficial de Las Palmas, para decidir su equipo entre nadadores del Metropole, y de los otros clubes federados que habían constituido la Federación: el Náutico, el Strangers y el Athletic.
La selección tinerfeña estaba formado por los hermanos Cruz, José y Manuel, Acidalio Lorenzo, y Chelo Bonnet, mientras que la grancanaria lo estaba por Julio Navarro, Juan Díaz (Roque), Ricardo Quesada, Emilio Felipe, Núñez, René, Fernando Navarro y Enrique Martínez y no faltaron pruebas de infantiles con el tinerfeño Victoriano Alonso y los palmenses José Mª Cordón y Federico Ramos, pero lo que no hubo fue natación femenina, que tuvo que esperar a futuras ocasiones.
Vencedores en este primer campeonato fueron, Fernando Navarro en 1.500 libres (23’50”); Julio Navarro en 100 libres (1.08”4/10) y 400 libres (5’46”), Ricardo Quesada en 200 braza (3’35”) y 400 (7’44”) por parte de los locales mientras que José Cruz en 100 espalda (1’25”) se erigía en el mejor espaldista y Tenerife con los hermanos Cruz y Acidalio Lorenzo, vencían en el relevo 3 x 100 estilos con 4’22”4/10 por los 4’34” 4/10 de los Núñez, Quesada y René por parte de Las Palmas.
 Aunque se realizaron además algunos relevos fuera de concurso como el 5 x 20 o el 3 x 200 libres en los que vencía Las Palmas, con Cordón, Martínez, F. Navarro, J. Navarro y Roque al equipo representante de Tenerife, formado por Alonso, Bonnet, Fox y los hermanos Cruz, al igual que en el de 200 con Tavio, René y Roque, frente a Bonnet y los hermanos Cruz.
Sea como sea y atendiendo a la reglamentación vigente y sólo teniendo en cuenta las pruebas con presencia de nadadores de ambas islas, la puntuación final se inclinó para Las Palmas con 42 puntos, por 26 de los tinerfeños, pero lo importante era haber echado a andar o a mejor a nadar, regionalmente hablando, y ese fue el primer paso, que dejó un grato sabor de boca a todos con una organización correcta y finalizando con: “un animado baile en los salones del hotel”.
Y llegó el verdadero gran reto: búsqueda de recursos para financiar el viaje y a ese objetivo se dedicaron fervientemente nadadores, directivos, y simpatizantes en general, que ya eran muchos y la propia sociedad canaria, sobre todo la grancanaria, que se volcó en la búsqueda de recursos para financiar el viaje.
Desde las entidades hasta los prestigiosos hoteles de la época que ofrecieron bailes y otras acciones y veladas artísticas, como el propio Hotel Metropole, que cedió el importe de la entrada de los primeros campeonatos regionales (1 peseta) y lo que recaudaron en la verbena posterior, a la Federación  o el Hotel Santa Brígida, con sus “tea-danzant”, o la Compañía Trasmediterránea, que también apoyo el viaje en barco de nuestros nadadores a Cádiz. El próximo sábado se celebrará una animada verbena en los jardines y salones del Hotel Santa Brígida, con objeto de recaudar fondos para sufragar los gastos del traslado de nuestros nadadores, para asistir al Campeonato Nacional de Natación que se celebrará en Valencia en los primeros días del próximo mes de .septiembre. Damos a continuación una lista de los señores que han regalado objetos para la tómbola que se ha de instalar en dicha verbena (Las Provincia, 1935).
Hasta el propio Cabildo Insular de Gran Canaria, en la sesión del jueves 2 de agosto de 1935, que presidia Miguel Alonso Jiménez, acordó donar 1.000 pesetas de la época para sufragar el viaje de los nadadores canarios a Valencia, propuesta defendida por los consejeros Carlos Ramírez Suárez y Manuel Hernández Martín, a partir de un escrito de la Federación Canaria y que contó  con el informe favorable del secretario, Emilio Valle y Gracia, aunque fue aprobada por unanimidad de todos los consejeros.
 Ya se había decidido la selección canaria que habría de competir en tierras valencianas, precisamente a partir de los resultados de ese primer Campeonato de Canarias disputado en el Hotel Metropole y como era lógico se conformó con los vencedores de cada prueba, que había que completar con un segundo, ya que en aquella época el campeonato permitía inscribir a dos nadadores por Federación.
El equipo que se desplazó a la Península en aquella primera aventura deportiva fuera de nuestras fronteras, estaba formado por: Enrique Martínez, Fernando Navarro, Juan Díaz García (Roque), Julio Navarro, Ricardo Quesada, Sebastián Navarro,  y José Sánchez, que era un agregado del Canoe, ya que nadaría la espalda seguramente en sustitución del espaldista tinerfeño José Cruz, que aunque vencía en esa prueba del regional, definitivamente no viajaba a Valencia, quizás debido a esas cuestiones económicas que tanto lastraron y siguen lastrando el desplazamiento del deportista canario a tierras peninsulares.
La primera expedición canaria a Valencia (1935), (fuente Diario de Las Palmas)

Además viajó Antonio Hernández Pulido para los saltos de trampolín y como delegado federativo Juan Gil Hernández, que era vicepresidente de la Federación Canaria. Todos ellos en el vapor “Isla de Gran Canaria” con rumbo a Cádiz, el miércoles 28 de agosto de 1935.






La piscina "Las Arenas" en el litoral valenciano, sede del Campeonato de España de 1935.




La llegada a Cádiz, parece ser que el lunes día 2 de septiembre y donde fueron atendidos por las autoridades deportivas de la época que les facilitaron una piscina para realizar sus entrenamientos, la del club de natación de la ciudad, ya que debían seguir viaje hasta Alicante en el mismo barco y luego continuar en tren hasta Valencia, donde al parecer llegaron el 4 de septiembre, alojándose en el “Hotel Europa”. Toda una odisea, si tenemos en cuenta que embarcaron en Las Palmas el 28 de agosto.
Y una vez en Valencia pues directos a la piscina de “Las Arenas”, en la ribera valenciana, para disfrutar del ambiente natatorio que allí se respiraba y para ver a los ídolos y a las figuras de la época que luego habrían de dar un brillante campeonato,  con varios records de España y pruebas disputadas.
Los canarios, humildes, se enfrentaban por vez primera a los “monstruos” de la natación de quien tanto habían oído hablar. Nadadores de potencias como Cataluña, Castilla, y no tanto como Baleares, Navarra y Vizcaya, pero con el ánimo de ver esa natación que tanto querían y que ahora iban a comprobar si era verdad que nadaban tan rápidos.
Y no les fue muy boyante, que digamos la aventura, solo unos quintos y sextos puestos en algunas pruebas individuales, como las de fondo de Fernando Navarro y Enrique Martínez o Julio Navarro, pero lo mejor fue sin duda ese éxito moral que supuso subirse a las barbas de Baleares, en el relevo 4 x 200 libres. En aquel momento Baleares aparecía como una pequeña potencia en ciernes, no en vano finalizó tras Cataluña y Castilla en la clasificación y a los que los canarios habían echado el ojo, por si podían dar la sorpresa en la última prueba del programa.
Y así fue porque los Juan Díaz, (Roque), Quique Martínez, Fernando Navarro y Julio Navarro, pusieron toda la carne en el asador y Baleares solo les pudo sacar al final 2 décimas de segundo, 10’56”8/10, por 10’57”, en un magnifico cuarto puesto, lo que llevó la satisfacción a la expedición canaria que veía como después, en la puntuación final, fue penúltima superando solo a Navarra y siendo superada por la Vizcaína, Valencia, Baleares y las dos potencias del momento,  Cataluña y Castilla.
Eso sí, según los cálculos del capitán del equipo, si sólo hubiera puntuación de natación y no se sumaran los saltos o si se hubiera podido disponer de un equipo más completo, con féminas e incluso con nadadores infantiles, se hubiera podido escalar hasta el cuarto puesto, pero no fue así y la primera experiencia de la natación canaria se podía decir que se saldó con un cierto sabor agridulce, pero que no disminuyó para nada el ánimo de nuestros pioneros, que fueron aprender y parece que sí que aprendieron la lección, a tenor de lo que  ocurriría en años posteriores.
El propio Julio Navarro decía: “La representación canaria se ha visto relegada en la puntuación final detrás de otras regiones a las que ampliamente superó en las -pruebas de natación pura y más singularmente en las de estilo libre. Ello fue debido a la falta de número y especialización en otras pruebas y mientras Valencia obtuvo trece y cuatro puntos en saltos y braza, respectivamente, los canarios no marcaron en ellos ninguno, pero lo principal es que se ha aprendido mucho, se han visto los fallos y se ha abierto el fuego”.—(Julio Navarro. La Provincia, 11/09/1935).
Y el capitán de la selección canaria ya daba algunas pistas de lo que aprendió “allende los mares” y planteaba su estrategia de cara al futuro cuando recuerda aquello de que “los rigores del invierno y la falta de instalaciones cubiertas, impiden la práctica de la natación en las demás regiones. Conclusión?: Pues que nuestro clima ideal nos proporciona una magnifica ventaja casi de seis meses que no dudo aprovecharán nuestros nadadores “.
Y vaya si que lo aprovecharon, pero esa es otra historia que empieza en los años cuarenta. Este de 1935 fue solo el principio, el romper el fuego, que decía Julio Navarro, la puesta de largo o como se quiera llamar. Era la primera vez que Canarias se asomaba a la península como equipo y eso ya era un hito histórico del que se cumplen ahora 80 años.
Lo que si está claro que fue el germen que,  en los años posteriores brotó con fuerza y que dio paso a ese “boom” que significó la irrupción de la natación canaria en lo  más alto del podio de la natación en España,  deslumbrando a todo el país y a los aficionados al deporte, pero lamentablemente fue algo que no pudieron disfrutar dos de sus máximos impulsores: Julio Navarro en Las Palmas y Paco Rancel en Tenerife.  Así es la vida.
Los tres pioneros de la natación canaria: Pepe Feo, Paco Rancel y Julio Navarro. (fuente: C.N. Metropole)

La noticia completa está publicada en La Provincia.

jueves, 3 de diciembre de 2015

Fe de erratas en el libro "La Natación en Canarias"

Como toda publicación al revisarla, se  encuentran una serie de erratas fruto de la propia edición del libro, lo que algunos llaman "duendes de imprenta", y  nuestro libro "La Natación en Canarias" no ha podido escapar a esa situación.
Por eso, adjuntamos un documento donde damos fe de esas erratas como aclaración para los que han podido adquirir el libro, cosa que agradecemos y pedimos disculpas por esas erratas.

file:///C:/Users/rafa/Desktop/Fe%20de%20erratas%20La%20natación%20en%20Canarias%201.pdf


domingo, 27 de septiembre de 2015

Los primeros paralímpicos de Canarias.


Foto: Diario de Las Palmas

Los Juegos Paralímpicos ya han alcanzado su máxima cota de prestigio y popularidad, lejos ya de aquellos comienzos en los años sesenta cuando la idea del médico alemán Ludwig Guttmann de buscar una competición de alto nivel, equivalente a los Juegos Olímpicos, para personas con alguna discapacidad se materializaba con los legendarios Juegos de Stoke Mandeville, lugar dónde radicaba  su clínica y que estaba orientada básicamente a los heridos de la Segunda Guerra Mundial  y aunque hubo presencia en Londres 1948 y Helsinki, 1952, se considera Roma 60 el punto de partida de los actuales Juegos Paralímpicos,.
Como inicialmente se basaba en heridos de guerra, poco a poco se fueron creando asociaciones y organismos para atender a otras personas con discapacidades que no fueran militares y así en nuestro país se creaba la ANIC, la Asociación Nacional de Inválidos Civiles,  que en aquellos años acogió a este colectivo.
Como no podía ser de otra manera el deporte y mas concreto la natación se consolidaban como uno de los elementos mas importantes dentro de estos Juegos Paralímpicos, como así ha sido y sigue siendo y en este caso Canarias y en concreto Gran Canaria no quedo atrás.
Las piscina “Julio Navarro” se convertía en el epicentro de la actividad de este colectivo y ya sonaban nombres que alcanzaban reconocimientos nacionales e internacionales, como es el caso de Juan Francisco Gopar, que fue un destacado campeón  de España y que tomo parte en varias competiciones internacionales recibiendo premios y honores como mejor deportista a nivel regional y a nivel nacional, siendo nombrado Mejor Deportista Nacional en 1971.


Junto a Gopar, que se había iniciado en la natación en el Club Victoria de la isleta, junto a su hermano Carmelo,  el se formó un equipo dentro de la Federación Provincial de Deportistas minusválidos, que presidia Domingo Caballero y que alcanzaba altas cotas de éxito a nivel nacional como fue el Campeonato de España de 1975, pero ya lo había sido en los años anteriores, con superioridad manifiesta.







Fuente:  Diario de Las Palmas
El equipo de Las Palmas estaba formado por José Francisco Tejera Trejo, Francisco Rodríguez Trujillo, Juan F. Gopar Rodríguez y Mauricio Rodríguez González, en masculinos y por Dulce María Henríquez Umpiérrez, Isabel Domínguez Santana y Enma Rosa Dorta Martín.
Unos pioneros, que además estaban plenamente integrados en los clubes de natación, entrenando y compitiendo con el resto de los nadadores sobre todo de la Sección de Natación de la Unión Deportiva Las Palmas o del Victoria, cumpliendo así con unos de los importantes objetivos del deporte para estos colectivos: la plena integración

Ahora son otros los nadadores y nadadoras  que pasean el nombre de Canarias por el mundo, en los Juegos Paralímpicos o en la otra cita importante, los Special Olympics, pero sería bueno reconocer el esfuerzo y la aportación que hicieron estos pioneros del Deporte para Todos.





lunes, 14 de septiembre de 2015

Gran Canaria, pionera en los Saltos de Gran Altura.


Fue sede del primer Campeonato del Mundo en 1988

Las dos últimas ediciones del Campeonato del Mundo de Natación, organizados por la FINA (Federación Internacional de Natación), han puesto de relieve una modalidad de Saltos, los de gran altura, que han sido todo un éxito a tenor de lo visto, etiquetándose como los primeros campeonatos del mundo de la especialidad y a Barcelona’2013 como el punto de arranque.





Pero en realidad la historia y la hemeroteca nos dice otra cosa, y es que  en esto de los saltos de gran altura se reconoce que tuvieron su punto de origen en los legendarios clavadistas de Acapulco en la costa del Pacifico mexicano, en la famosa Quebrada, que dio origen a estos arriesgados saltos desde alturas que llegan a los 45 metros aunque eso sí, jugando con la cadencia de las olas, y que fueron famosos a lo largo del siglo XX, a partir del año 1934 que es reconocido como el punto de partida.

La resonancia internacional no cabe duda que vino de la mano de la famosa Red Bull Cliff Diving World Series a partir de los primero años del siglo actual (2009), sobre todo por la utilización de una amplia lista de escenarios naturales a lo largo del mundo.

De ahí al campeonato del Mundo de Barcelona, todo fue un paso, pero en honor a la verdad,  no fue el primero que se disputaba en nuestro país, ese honor le corresponde a Gran Canaria, que a finales de la década de los ochenta del siglo pasado (1988), era sede del primer Campeonato del Mundo de Saltos de Gran Altura.

En septiembre de aquel año, es decir hace ahora 27 años, y según podemos leer en la prensa de la época (La Provincia, Diario de Las Palmas y Canarias7), la zona costera de El Puertillo en Bañaderos, era escenario de las evoluciones arriesgadas de 14 saltadores de países como Canadá, Estados Unidos, e Italia, desde alturas de 25-30 metros y que era la tercera cita del el citado campeonato mundial, después de las dos primera que se diputaban en Italia (Telese y Malcesine, que ha continuado siendo sede de la Red Bull).

La competición fue organizada por la denominada Federación Europea de Deportes del Mar  (FEDEMAR), que presidia Andrés Vallés  y conto con el apoyo del Ayuntamiento de Arucas y sobre todo el Cabildo Insular de Gran Canaria, de la mano del Dr. José Antonio Ruiz Caballero, en aquellos años consejero de deportes de la entidad insular y cuyo apoyo fue fundamental.


Hubo que instalar una plataforma de 25 metros de altura que tuvo sus más y sus menos, por la falta de experiencia, pero al final todo fue un éxito y el norteamericano Bob Brown se proclamaba campeón del mundo al igual que su equipo, USA. Los canadienses Mitch Geller y Scott Graham le acompañaron en el podio, eso sí, teniendo en cuenta la ausencia de las estrellas del momento, los saltadores mexicanos que estaban en  los Juegos Olímpicos de Seúl,  pero asi y todo, constituyó todo un éxito deportivo y de público que se agolpó en los alrededores para no perder detalle.

Pero ahí no acabó todo porque el campeonato formaba parte de un ambicioso programa que se denomino Semana de Actividades de esa Federación Europea de Deportes del Mar y contó, además con exhibiciones y demostraciones, como fue la intervención del legendario campeón del mundo de Apnea, Stefano Makula, que intentó y batió el record del mundo de apnea en longitud que en aquellos momentos el mismo poseía con 111 metros y que superaba en la playa de las Canteras y así quedo para la historia, dejándolo en 125 metros (9 settembre 1988- Las Palmas (Canarie)- 125 m).
Además, hubo exhibiciones de paracaidismo, y el propio Makula impartía un curso en el Metropole y en un hotel en Playa del Inglés, en una demostración evidente del magnífico escenario que significan las islas y en concreto Gran Canaria, para los deportes acuáticos y de litoral y por esa tradición deportiva que existe en nuestra tierra.



Es importante que la FINA haya rescatado los Saltos de Gran Altura, y que precisamente haya sido Barcelona el punto de partida, pero “al César lo que es del César” la pionera en nuestro país en esta modalidad deportiva es, sin duda, Gran Canaria, y no olvidemos que, precisamente, el único saltador español de la  especialidad es canario, Carlos Gimeno.